miércoles, 17 de junio de 2015

junio 17, 2015
Historias de reportero | Carlos Loret de Mola Álvarez

El ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, otro símbolo reciente de la corrupción política encarcelado hace dos años, está cada vez más cerca de obtener la libertad.

La situación que enfrenta el priísta es muy similar a la de la dirigente sindical Elba Esther Gordillo, que usted leyó ayer en estas Historias de Reportero: la integración del expediente en su contra por parte de la PGR parece deficiente, según distintas fuentes, y padece un cuadro de salud complicado cuando está cerca de los 70 años de edad.

Preso en el Reclusorio Oriente de la ciudad de México desde junio de 2013, Granier Melo está acusado de cuatro delitos: lavado de dinero, peculado, ejercicio indebido de la función pública y defraudación fiscal. 


El pasado 20 de mayo, un tribunal federal revocó el auto de formal prisión que se le había dictado por la acusación federal de haber realizado operaciones con recursos de procedencia ilícita por 35 millones de pesos.


La presunta defraudación fiscal por 2 millones 156 mil pesos es parte de otro proceso federal impulsado por la PGR.

En cuanto al peculado y el ejercicio indebido de la función pública son procesos del fuero común, vinculados a los casos federales que enfrenta.

Las mismas fuentes de alto nivel en los poderes Judicial y Ejecutivo de la Federación que admiten la inminencia de la liberación de Elba Esther Gordillo me comentan que el caso en contra de Granier se está desmoronando.

Desde antes de entrar a la cárcel, los abogados de Granier pidieron atención médica por un padecimiento cardiaco consistente en la obstrucción de dos de las principales arterias. Mientras se encontraba arraigado por la PGR en el DF, el tabasqueño tuvo que ser trasladado al Hospital Ángeles, donde sus médicos, con la supervisión de peritos de la Procuraduría, le realizaron un cateterismo y una coronografía.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Tabasco, Jorge Priego Solís, ha declarado que si Granier es trasladado al estado, debido a sus problemas de salud sería internado en el área de enfermería pero podría tomarse la decisión de que siga enfrentando sus casos, e incluso una probable condena, en arresto domiciliario.

Arturo Núñez, sucesor de Granier en la gubernatura de Tabasco, denunció con mucha intensidad la corrupción del ex mandatario, su gabinete y su familia y tejió la narrativa del desvío de más de 2 mil millones de pesos que dejaron quebrado el sistema de salud estatal.

Sin embargo, a la hora de las acusaciones concretas, tanto las de la Fiscalía estatal como de las de la PGR fueron mucho menos espectaculares que las declaraciones de prensa. El desastre económico y gubernamental que ha tenido Núñez en su deficiente gestión, abona a favor del aún preso Granier.

El gobierno federal podría ver muy pronto salir de la cárcel a dos personajes que para una porción importante de la sociedad encarnan la corrupción del sistema político mexicano. La percepción de impunidad crecerá.

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