miércoles, 24 de junio de 2015

junio 24, 2015
CIUDAD DEL VATICANO, 24 de junio.- Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto y secretario especial del Sínodo de la Familia, se habla de un sínodo que se abre a los gays, parejas de hecho y divorciados vueltos a casar. ¿Es así?

"Tal lectura es una falsificación: el Sínodo quiere proclamar el valor y la belleza de la familia en un mundo que -a pesar del deseo de la familia, que es particularmente evidente entre los jóvenes- conoce una crisis generalizada de la institución. La familia se entiende en el texto de preparación al Sínodo en su significado de una sociedad natural fundada en el matrimonio (como también aparece en la Constitución italiana, artículo 29) y por lo tanto como unión estable y fecunda de un hombre y una mujer. Esta unión, que en el sacramento nupcial es consagrada y bendecida por el Señor, es preciosa como una escuela de humanidad, de sociabilidad, de experiencia eclesial y vida de fe. Acerca de las situaciones que usted menciona, la herramienta de trabajo (Instrumentum laboris) para el Sínodo, acabada de publicar, establece un principio que para un cristiano debería ser obvio y básico: el respeto a toda persona humana y el compromiso de la Iglesia para ofrecer acompañamiento a todos para lograr la mayor integración posible, en la verdad y con caridad".

¿Podría ser que se llegue a dar la comunión a divorciados vueltos a casar?

"Me parece que la cuestión planteada así puede llevar a malinterpretar las intenciones del Sínodo: el deseo es que estas personas sean respetadas y acompañadas con el máximo cuidado y que se puedan integrar por medio de una participación responsable y leal en la vida de la comunidad cristiana, sin afectar el mensaje fundamental del valor de la institución familiar y de la plena comunión eclesial".

¿Cuál es a su parecer el corazón del documento, cuáles sus puntos más importantes?
El Evangelio de la familia, el acompañamiento pastoral para todos y la integración: éstos me parecen los conceptos clave, que no están en oposición entre sí. Sobre todo domina la intención de expresar a través de la acción de la Iglesia el rostro de la misericordia con que Dios ama a todos, sin excepción".

¿Francisco ya ha intervenido en este trabajo o no? ¿Cuáles fueron, si las ha habido, sus indicaciones?
"El trabajo sinodal se mueve en completa sintonía con el Papa, quien además de haber presidido la reunión extraordinaria del Sínodo de octubre del año pasado, también presidió el consejo en el que se elaboró el documento preparatorio, que es precisamente el Instrumentum laboris ". (Paolo Rodari / Repubblica)