viernes, 5 de junio de 2015

junio 05, 2015
Khira Cabrera

El único lazo que me une a los 49 bebés fallecidos el día 5 de junio de 2009 en la Guardería ABC, es el de la solidaridad. Ningún pariente mío fue víctima de esa tragedia… no tengo amistad con los padres de los pequeños. Es más… ¡No conozco Sonora! Al no tener hijos, podría decirse que el tema no es de mi incumbencia. De hecho, sería muy cómodo hacer caso omiso al clamor de las familias afectadas en el norteño estado.


Hoy se cumplen seis años del fatídico accidente y aún hay muchas asignaturas pendientes, heridas que no han sanado y otras que siempre dolerán. Pero también hay avances. Las acciones de concientización de los padres afectados y de las asociaciones civiles que los apoyan puso los ojos de la sociedad en el tema de la prevención: las guarderías públicas realizan simulacros y reestructuran sus programas internos de protección civil. Nadie quiere otro cinco de junio.

Las vidas son irremplazables, la confianza perdida es una moneda devaluada. 76 sobrevivientes enfrentan grandes retos. Los familiares de los 49 fallecidos se aferran a sus recuerdos y luchan por el esclarecimiento del caso. La realidad supera a la más absurda de las pesadillas, propiciada por una negligencia con una factura muy cara y aún sin saldar. 

“5 de todos los junios… ¡ABC Nunca más!”