domingo, 3 de mayo de 2015

mayo 03, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 3 de mayo.- Durante la sexta Noche del Baktún, que se realizó como cada luna llena en el Cenote Tívoli del Instituto Comercial Bancario -en el centro de la ciudad de Mérida-, resaltó la enseñanza tradicional que nos habla del profundo respeto que desde miles de años atrás los mayas tienen por la tierra, elemento de adoración que se convierte en punto de encuentro entre el entendimiento de su poder sustentador y la idea de visualizarla como divinidad.

Con una ceremonia sagrada de saludo y respeto hacia los cuatro rumbos inició el evento el sacerdote maya Tiburcio Can May, cuyo grado en la representación de los pueblos originarios es el de maestro o ‘señor solar’ Aj k’in, otorgado en una ceremonia de inicio por el J´Men Bartolomé Poot Nahual, durante el Primer Encuentro Internacional de Chamanes de Tres Continentes, gracias a su trabajo y servicio en amor incondicional hacia las personas.



Por esta razón, el ‘sacerdote solar’ resaltó la importancia de entender que la tierra tiene espíritu, de saber que como seres humanos no tenemos mayor derecho sobre ella que el de cuidarla para que siga brindándonos sus beneficios y relató cómo desde la antigüedad los mayas prehispánicos sabían leer desde el canto de las aves, el cual sabían interpretar e incluso imitar, hasta su comportamiento que ayudaba a determinar la prevalencia de las condiciones climáticas para determinar las siembras.


-¿Qué vamos a hacer si seguimos como hasta ahora construyendo casas y matando árboles y toda la vegetación y fauna que habita en esos sitios? La temperatura está cambiando y cada vez hace más calor. Ya casi no hay sitios en la ciudad que ofrezcan sombra a las personas, pero además nos estamos volviendo cada vez más consumistas de cosas que se producen sin ningún respeto por nuestra madre tierra, por eso debemos ser conscientes y entender que debemos valorar nuestro modo de vida y hacer un alto para voltear hacia lo original, hacia nuestra raíces-, expresó el Aj k’in.

Tras las palabras de concientización, indicó que en base a los ciclos calendáricos y debido al calor que se vive actualmente, es factible pensar que podríamos estar cerca de experimentar un fenómeno climatológico importante, por lo que es ahora más urgente que nunca generar acciones que nos permitan visualizar un modo de vida en donde la naturaleza y los seres humanos podamos convivir tal y como siempre ocurrió a lo largo de la historia de la humanidad.

El evento finalizó con una cadena en donde todos participaron enlazando sus manos para hacer un compromiso y petición hacia la madre tierra y la unidad creadora desde la cosmovisión Maya, con un sentido de responsabilidad y pertenencia hacia la naturaleza, a fin de fomentar acciones que acerquen la conciencia de la gente hacia un entendimiento de que nuestro planeta está cambiando, y por lo tanto necesita de las acciones de todos nosotros.