miércoles, 20 de mayo de 2015

mayo 20, 2015
Armando "Catón" Fuentes Aguirre

Valiosa oportunidad. La esposa de Amaz Ingrace le dijo: "Ya sé que eres misionero, Amaz, pero de vez en cuando me gustaría hacerlo en otra posición". El viejo cazador decía orgulloso: "Con este rifle he cazado osos, jabalíes, venados, pavos silvestres y dos yernos". Don Chinguetas se quebró la mandíbula en un accidente de automóvil. Los médicos le aplicaron una sonda en el orificio anal para que a través de ella recibiera el alimento. Una mañana el lacerado le pidió a su esposa: "Dame un cafecito, Macalota". Cuando ella se lo escanció en el tubo don Chinguetas retiró el trasero. "¿Qué sucede? -le preguntó doña Macalota-. ¿El café está muy caliente?". "No -contestó don Chinguetas-. Le pusiste mucha azúcar". 

Jaime Rodríguez "El Bronco" en junta de consejo de COPARMEX en el club de industriales de Nuevo León.

Si Jaime Rodríguez, "El Bronco", ganara la elección de gobernador en Nuevo León ¿quién sería el personaje a quien más beneficiaría su victoria? ¿El propio Bronco? No. Él no busca su beneficio personal, ni el de ningún partido. Es candidato independiente, de "la raza". ¿Don Diego de Montemayor, el fundador de Monterrey? Tampoco. Desde hace algunos años -403 aproximadamente- ya no se encuentra con nosotros. ¿El doctor José Eleuterio González, un santo sin aureola cuya vida estuvo dedicada a hacer el bien? Menos aún: A "Gonzalitos" le preocupaba menos la política que la ciencia y el humanitarismo. ¿A quién beneficiaría más, entonces, el triunfo de "El Bronco" en Nuevo León? ¡El más beneficiado por la victoria de este candidato ciudadano sería el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto! Los nuevoleoneses están hasta la madre -perdón por el culteranismo- con los excesos de corrupción y tráfico de influencias habidos en la actual administración priista, y desean un cambio, no la continuación del mismo régimen. Si por medio de trapacerías o compra de votos la candidata del PRI ganara la elección, eso sería visto como una imposición del centro, como el triunfo del Goliat priista sobre el David que representa al pueblo. Por el contrario, la victoria del Bronco daría un fuerte impulso al proceso de democratización de México, y sería valiosísima oportunidad para que el Presidente mostrara respeto a la voluntad popular y diera ejemplo de pluralidad política. Más que conservar un Estado para el PRI al Gobierno federal le conviene ganarse la confianza y credibilidad de la ciudadanía. Por desgracia no se le ve dispuesto a hacerlo. Hay el riesgo de que el antiguo prigobierno, autoritario y hegemónico, se manifieste en Nuevo León. La campaña de Ivonne Álvarez parece hoy dirigida desde Los Pinos. De otra manera no se explica que los más importantes noticiarios de la televisión nacional hayan dedicado en los últimos días un buen tiempo a difundir los actos de corrupción habidos en el Estado, buscando en forma desesperada -y tardía, pienso yo- deslindar a la candidata priista del gobierno actual para evitar el triunfo de El Bronco. Ciertamente -lo han dicho ya importantes plumas- Nuevo León es la joya de la corona en la elección del 7 de junio, y el prigobierno echará toda la carne al asador para ganarla. Pero lo mejor que Peña Nieto y su partido pueden hacer es dejar que se manifieste libremente la voluntad de los nuevoleoneses, sin estorbarla con acciones al viejo estilo de la aplanadora priista, actos que implican una corrupción aun mayor que la del dinero, pues entrañan la corrupción en el ejercicio del poder. El triunfo de Jaime Rodríguez en Nuevo León daría esperanzas a los nuevoleoneses -y a los mexicanos todos- de que a pesar de leyes amañadas e instituciones pervertidas la voluntad de los ciudadanos puede triunfar sobre la ya intolerable dominación de los partidos. El hijo de don Usurino le comentó a su cicatero padre: "Claro que he oído eso de que el dinero no compra la felicidad. Pero me gustaría comprobarlo por mí mismo". Don Gerontino, señor de edad provecta, iba a casarse con una exuberante cuarentona. Su hermano, preocupado, le sugirió que antes del desposorio viera a un médico. Regresó de la consulta el carcamal y le informó al hermano: "Después de que me revisó le pregunté al doctor con qué frecuencia puedo hacer el sexo, y me respondió con una palabra que no pude entender. Dime: ¿cuántas veces a la semana es 'bianualmente'?". FIN.