sábado, 25 de abril de 2015

abril 25, 2015
MADRID, España, 25 de abril.- El sobrepeso y la obesidad podrían tener algún efecto positivo. Lo sugiere una investigación que ha revisado los datos de casi 2 millones de personas que se publica en «The Lancet Diabetes & Endocrinology» y que afirma que las personas de mediana edad con un peso bajo (índice de masa corporal [IMC] de menos de 20 kg / m2) tienen un tercio más de probabilidades de desarrollar demencia que las personas de la misma edad con un IMC saludable. Pero además ha visto que, sorprendentemente, las personas obesas de mediana edad (IMC superior a 30 kg / m2) tienen casi un 30% menos de probabilidades de desarrollar demencia que las personas con un peso saludable, lo que contradice los resultados de la mayoría de la investigaciones previas. Es decir, al contrario de lo que se cree, la obesidad no conduce a un mayor riesgo de demencia.

Bacchus, 1638-40. Peter Paul Rubens. Hermitage, San Petersburgo.

Los investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine y OXON Epidemiology (Reino Unido) han analizado de una base de datos de que recoge información sobre pacientes durante más de casi 20 años, lo que representa alrededor del 9% de la población del Reino Unido. En concreto han analizado los registros médicos de casi 1.958.191 personas con una edad media de 55 años en el inicio del período de estudio y una media en su IMC de 26,5 kg / m2, lo que normalmente se clasifica como sobrepeso. Durante los nueve años de seguimiento, 45.507 personas fueron diagnosticadas de demencia.


Y los resultados mostraron que las personas que tenían bajo peso en la mediana edad eran un tercio (34%) más propensos a ser diagnosticados con demencia que las de un peso saludable, y este aumento del riesgo de demencia persistido incluso 15 años después de que se registró el peso inferior al normal. Según el estudio, las personas de bajo peso tienen un riesgo un 39% mayor de padecer demencia comparado con una persona de peso normal o saludable. Sin embargo, aquellos que tienen sobrepeso el riesgo es un 18% menor, y para los obesos, la cifra es de un 24%.

Sorprendente

«Es sorprendente», señaló a la BBC el autor del trabajo, Nawab Qizilbash. «Lo controvertido es que quienes tienen sobrepeso y los obesos tienen un riesgo menor de padecer demencia que quienes tienen un peso normal o saludable», afirmó.

Para otro de los investigadores, Stuart Pocock de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, los resultados sugieren que los médicos, profesionales de salud pública y los políticos necesitan «repensar» cómo identificar mejor a aquellas personas con un mayor riesgo de demencia. está en alto riesgo de demencia. También, añade, «nuestros resultados también abren una nueva vía interesante en la búsqueda de los factores de protección para la demencia. Es decir -explica-, si podemos entender por qué las personas con un IMC elevado tienen un menor riesgo de demencia, es posible que los investigadores podrían ser capaces de utilizar estos conocimientos para desarrollar nuevos tratamientos para la demencia».

Los expertos reconocen que desconocen las razones por las que un IMC alto podría estar asociado con un menor riesgo de demencia. En este sentido Qizilbash reconoce que «las razones de esta asociación inversa no son claras. Quedan muchas cuestiones por resolver relacionadas con la dieta, el ejercicio, la fragilidad, los factores genéticos y cambio de peso».

Polémico tema

En un comentario, la profesora Deborah Gustafson, de SUNY Downstate Medical Center en Nueva York (EE.UU.), escribe que la literatura publicada sobre el IMC y la demencia es equívoca. «Algunos trabajos hablan de una asociación positiva entre un IMC elevado y la demencia, mientras que otros no». Y añade que para entender la asociación entre el IMC y la demencia habría que comprender la complejidad de la identificación de los factores de riesgo y de protección para la demencia. El informe de Qizilbash, asegura, «no tiene la última palabra sobre este polémico tema».  (E.Ortega / abc.es)