lunes, 6 de abril de 2015

abril 06, 2015
WASHINGTON D.C., 6 de abril.- El presidente estadounidense Barack Obama defendió con firmeza un acuerdo nuclear general con Irán calificándolo como "una oportunidad que se presenta una vez en la vida" para evitar una bomba y llevar estabilidad de largo plazo a Medio Oriente. Dijo, dirigiéndose a Israel: "El entendimiento con Irán no les amenaza, estamos de su lado"

En una entrevista con el columnista del diario The New York Times, Thomas Friedman, el presidente defendió lo que el columnista llamó la "doctrina Obama" con respecto a las relaciones con Irán, así como Cuba y Myanmar (Birmania).

Ahora, en su séptimo año en el cargo, Obama presenta las negociaciones con Irán como parte de una doctrina de política exterior más amplia que considera el poder estadounidense como una salvaguardia que le proporciona la capacidad de tomar riesgos calculados.

Obama y Michelle en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Al fondo, un retrato de Washington.

"Somos suficientemente poderosos para probar estas propuestas sin ponernos en riesgo", señaló, citando su apertura ante Cuba y Mianmar como otros ejemplos de su enfoque.


El mandatario estadounidense defendió el histórico acuerdo con Irán frente a las críticas de Israel. Aunque expresó su comprensión por las preocupaciones israelíes, Obama subrayó que no hay una mejor opción para evitar una posesión de armas nucleares por parte de Irán. Asímismo, reafirmó los compromisos de seguridad de Estados Unidos con Israel.

"Lo que le puedo decir (a los israelíes) es en primer lugar, que ésta es la mejor opción que alcanzamos hasta ahora para asegurar que Irán no tendrá una bomba nuclear en su poder. Y en segundo lugar, recalcar que cuando sellemos este acuerdo, enviaremos un mensaje muy claro a los iraníes y a toda la región de que Estados Unidos estará allí cuando alguien amenace a Israel", señaló Obama al New York Times.

Obama sostuvo que un Israel debilitado sería un "fracaso fundamental" de su presidencia, ratificando la solidaridad con su añejo aliado.

"Yo lo consideraría un fracaso de mi parte, un fracaso fundamental de mi presidencia, si en mi mandato o como consecuencia del trabajo que he hecho, Israel se volviera más vulnerables", dijo Obama.

Para el mandatario, un debilitamiento israelí en la región sería "no sólo una falla estratégica, creo que esa sería un error moral", acotando que la condición de aliados no se quebraría por diferencias entre Israel y EEUU.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha atacado repetidamente el acuerdo con Irán y reiteró este domingo sus críticas acusando a Teherán de querer "aniquilar" a Israel y "conquistar el Medio Oriente".

Una conversación difícil con los aliados

Durante la entrevista, el mandatario dijo que tendrá una "conversación difícil" con los países aliados de Estados Unidos en el Golfo Pérsico, en la que prometerá un fuerte apoyo contra las amenazas externas pero les dirá que deben hacerse cargo de sus desafíos políticos internos.

"Pienso cuando vemos lo que pasa en Siria, por ejemplo, que hay un gran deseo de que Estados Unidos vaya y haga algo", dijo en la entrevista que se realizó el sábado.

"Pero la pregunta es ¿por qué los árabes no pueden pelear (contra) los terribles abusos contra los derechos humanos que se han perpetrado, o pelear contra lo que ha hecho Assad?", añadió refiriéndose al presidente sirio, Bashar al-Assad.

Obama dijo la semana pasada que se reuniría con líderes de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo este otoño boreal en la residencia de descanso de Camp David, en las afueras de Washington, en parte para conversar sobre sus preocupaciones por el acuerdo nuclear que se está trabajando con Irán.

El consejo incluye a Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Baréin. Los saudíes, que ven a Irán como su principal rival en la región, repetidamente han sugerido que tratarán de tener sus propias armas atómicas si Teherán alguna vez las consigue.

El acuerdo marco fue firmado el 2 de abril en Lausana con vistas a lograr un acuerdo definitivo antes de la fecha límite del 30 de junio.

Su principal objetivo es una supervisión estricta de instalaciones iraníes y evitar que Teherán disponga de una bomba atómica. A cambio de los férreos controles las potencias occidentales aliviarán las sanciones económicas impuestas a Irán. (Univisión / Repubblica)