jueves, 30 de abril de 2015

abril 30, 2015
PARKLAND, 30 de abril.- Jean Nidetch, un ama de casa de Nueva York que lidió con su problema de obesidad y después compartió con los demás sus principios rectores en reuniones de grupo que se popularizaron con el nombre de Weight Watchers, falleció el miércoles a los 91 años.

Murió en su hogar cerca de Fort Lauderdale, informó su hijo David Nidetch. Había vivido en un complejo para ancianos en Parkland, Florida.

Jean Nidetch padeció un problema de peso desde su niñez e intentó todo tipo de dietas, píldoras y tratamientos en vano.

Pesaba 97 kilogramos (214 libras) con una altura de 1,70 metros (5-7) cuando acudió a una clínica de obesidad patrocinada por la Junta de Salud de la Municipalidad de Nueva York en 1961 y empezó a atesorar los consejos que poco a poco empezaron a darle resultado.


Nada de saltarse comidas. Pescado cinco veces por semana. Dos trozos de pan y dos vasos de leche descremada diarios. Más frutas y verduras.

Rebajó un kilogramo (dos libras) la primera semana pero no le agradaba la forma en que la dirección de la clínica impartía la información y lo poco que compartían entre sí los miembros del grupo de obesos. Por eso reunió a seis amigas con exceso de peso en su vivienda de Queens para compartir lo que había aprendido y para hablar sobre sus compulsiones a comer. Tanto ella como las demás se sintieron aliviadas al hablar de su problema común.

Nidetch alcanzó su objetivo de bajar hasta los 65 kilogramos (142 libras) el 30 de octubre de 1962. Cuando las reuniones semanales en su casa llegaron a congregar a docenas de personas, dos de ellas _Felice y Al Lippert_ la convencieron de que podía lanzarlo como un negocio. Weight Watchers International fue fundada en 1963.

Al año siguiente ofrecía clases en toda Nueva York, con docenas de participantes. Se abrieron concesionarias, un libro de cocina vendió millones de ejemplares y en 1968 la compañía empezó a cotizarse en bolsa con adherentes en varias partes del mundo. Cuando la compañía cumplió diez años, 16 mil personas asistieron a una reunión multitudinaria en el Madison Square Garden, con la presencia de Bob Hope y una larga fila de personas aguardando un autógrafo de la dueña.

La gorda ama de casa, como alguna vez se llamó a sí misma, ahora se sentaba junto a Johnny Carson en la televisión y su rostro se multiplicaba en cajas de alimentos congelados. Nunca volvió a engordar. (AP)