domingo, 19 de abril de 2015

abril 19, 2015
ROMA, 19 de abril.- Hecatombe en el Mediterráneo. Un superviviente del naufragio del pesquero entre Libia y Lampedusa ha permitido conocer la verdadera dimensión de la tragedia: "En el barco íbamos 950 inmigrantes, muchos encerrados en la bodega", ha señalado un varón nacido en Bangladesh a su llegada a Catania, en Sicilia. Allí había sido trasladado después del hundimiento a 120 millas de la isla de Lampedusa del buque en el que viajaba.

A pesar de que a lo largo del domingo se informara a través de los medios viajaban alrededor de 700 personas, esta declaración confirma de que podría tratarse del mayor drama relacionado con la inmigración en el Mediterráneo: "Había entre 40 y 50 niños y 200 mujeres", ha notificado el superviviente en declaraciones recogidas por el diario 'Il Corriere Della Sera". Otras 28 personas han sido halladas con vida. Cientos de inmigrantes continúan desaparecidos. Por el momento, la Guardia Costera italiana ha informado de la recuperación de sólo 24 cadáveres, lo que respalda la información de que los responsables de la nave encerraron a los africanos.

La nave "Gregoretti" lleva a los 28 náufragos que fueron rescatados con vida. (ansa)

Según ha señalado la agencia Italpress, el inmigrante ha dado a conocer que los responsables de la nave habrían cerrado las puertas de los niveles más bajos de la embarcación para impedir la salida de las personas que viajaban en esas dependencias.

Así, el barco atestado con centenares de personas naufragó el domingo frente a las costas de Libia cuando llegaba el auxilio, en la que podría ser la peor tragedia de migrantes conocida en el mar Mediterráneo, donde murieron, según diversas estimaciones, entre 700 y 900 personas, mientras arreciaban las exigencias al interior de la Unión Europea para que adopte medidas decisivas.

Las cifras dadas por los sobrevivientes respecto a la cantidad de personas a bordo varían, mientras la Guardia Costera italiana indica que la embarcación tenía una capacidad para cientos de personas. La fiscalía italiana señaló que el sobreviviente de Bangladesh les dijo que cerca de 950 personas iban a bordo, incluyendo cientos a los que los traficantes de personas habían mantenido encerrados. Antes, las autoridades indicaron que un sobreviviente les dijo que aproximadamente 700 migrantes viajaban en el barco.

Se desconoce si se referían al mismo sobreviviente, y el primer ministro italiano Matteo Renzi dijo que las autoridades italianas "no están en posición de confirmar ni verificar" cuántas personas viajaban en el barco que zarpó de Libia.

Dieciocho embarcaciones participaron en las labores de rescate frente a Libia, pero para el anochecer solamente fueron rescatados 28 sobrevivientes y recuperados 24 cadáveres de las aguas, dijo Renzi.

Esas cifras tan bajas tendrían más sentido si cientos de personas se hallaban encerradas, dado que con tanto peso "seguramente el bote se habría hundido", explicó el general Antonino Iraso, de la policía fronteriza italiana y quien ha desplegado los barcos en la operación.

El fiscal Giovanni Salvi dijo vía telefónica desde la ciudad de Catania que un sobreviviente bangladesí describió la situación en el bote de pesca a los fiscales que lo interrogaron en un hospital. El hombre añadió que cerca de 300 personas fueron encerradas por los traficantes al momento de zarpar y dijo que de los casi 950 que viajaban a bordo, aproximadamente 200 eran mujeres y varias decenas de niños.

"¿Cómo es que a diario presenciamos una tragedia?", preguntó Renzi, quien examinó la situación con sus principales ministros antes de la reunión del lunes de la Unión Europea en Luxemburgo, donde los cancilleres maniobraron de prisa para incluir en su agenda el poner freno al tráfico de personas.

Los partidos políticos de derecha que han ampliado sus posiciones manifestaron preocupación ante la oleada cada vez mayor de migrantes procedentes de Africa.

En lo que va del año, 35 mil solicitantes de asilo y migrantes llegaron a Europa en tanto que se sabe que más de 900 perdieron la vida en el intento.

Debido a la tragedia, diversos gobiernos se pronunciaron de inmediato por la adopción de medidas decisivas en la Unión Europea en tanto que autoridades de Francia, España, Alemania y Gran Bretaña se sumaron a las demandas de una respuesta unificada.

"Europa puede y debe hacer más", dijo Martin Schultz, presidente del Parlamento Europeo. "Es una vergüenza y una confesión de fracaso la manera como muchos países rehúyen de la responsabilidad y los pocos recursos que aportamos para las misiones de rescate".

Europa debe movilizar "más barcos, más vuelos", declaró el domingo el presidente francés François  Hollande al medio televisivo francés Canal +. Las palabras ya no serán suficientes, dijo el primer ministro español Mariano Rajoy ante una concentración política.

Renzi afirmó que también desea la adopción de medidas, pero rechazó las exigencias de algunos legisladores italianos de que se despliegue un bloqueo naval.

Eso sólo "terminaría ayudando a los contrabandistas" porque los barcos militares estarían en la zona para rescatar a los migrantes, y no podrían regresarlos al caos y la violencia en Libia.

Por su parte, los socorristas "verificaban quién está vivo y quién está muerto" el domingo en una zona llena de restos y aceite proveniente del barco volteado.

El primer ministro maltés Joseph Muscat, cuya nación participó en las labores de rescate, dijo que sólo hubo 50 sobrevivientes y describió el naufragio como la "peor tragedia humana en los últimos años".

La embarcación de 20 metros (66 pies) pudo haber dado una vuelta de campana porque los migrantes corrieron a una de las bordas cuando vieron que se acercaba un buque mercante de bandera portuguesa, el King Jacob, enviado a la zona por la Guardia Costera italiana.

La tripulación del barco de transporte de contenedores "había desplegado de inmediato lanchas de rescate, pasarelas, redes y salvavidas circulares", dijo un portavoz de la empresa propietaria de la nave.

A la pregunta de si los migrantes se habían agolpado en una de las bordas cuando se acercaba el barco de bandera portuguesa, el general de la Policía de Fronteras italiana, Antonino Iraso, dijo al canal televisivo Sky TG24 que la "dinámica no está clara, pero no es la primera vez que sucede".

Rensi elogió la prontitud con la que el barco de transporte de contenedores acudió al lugar del naufragio en lo que habría sido su quinta operación reciente de rescate.

"Como las aguas del mar Mediterráneo no están muy frías en esta fecha, las autoridades expresaron confianza en encontrar más sobrevivientes", dijo el portavoz de la Organización Internacional para la Migración, Joel Millman.

La vocera del organismo de la ONU para refugiados, Carlotta Sami, dijo en un tuit que, de acuerdo con un sobreviviente, el barco había partido con 700 migrantes a bordo.

Cuando se volcó, "la gente terminó en el agua y la embarcación encima de ellas", afirmó Sami a la televisora estatal italiana.

Como el mar tiene una profundidad de 5 mil metros o más en la zona, es posible que jamás se recuperen algunos cadáveres.

"Existe el temor de que pueda haber cientos de muertos", dijo el papa Francisco a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y sumó su autoridad moral a las voces políticas que exigen la adopción de medidas al exhortar a "la comunidad internacional a que actúe con decisión y celeridad para impedir la repetición de tragedias similares". Italia puso fin a la operación Mare Nostrum en noviembre de 2014 y fue sustituida por la llamada Operación Tritón. Esta nueva iniciativa, implementada por la agencia de frontera exterior de la Unión Europea, Frontex, era un pálido reflejo de su predecesor: un tercio del presupuesto, menor alcance geográfico y, sobre todo, un cambio de directiva: reforzar la seguridad fronteriza por encima de las labores de búsqueda y rescate.

A principios de marzo, la Comisión Europea anunció el inicio del Equipo Operativo Conjunto Mare. No es una réplica de la operación 'Mare Nostrum' de la Marina italiana. Por el contrario, se trata de un centro de inteligencia marítima destinado a la lucha contra el contrabando de personas; el mismo contrabando de personas que está floreciendo porque la UE ha cerrado sus fronteras terrestres.
(lainformacion.com / AP / Repubblica)