martes, 14 de abril de 2015

abril 14, 2015
NUEVA YORK, 14 de abril- "Hillary Clinton es el pasado, yo soy el futuro", afirmó el senador republicano de origen cubano Marco Rubio al anunciar ayer su voluntad de luchar por la presidencia de Estados Unidos.

Mientras, la ex Primera Dama y es secretaria de Estado norteamericano inició ayer su primer viaje "en el camino hacia la Casa Blanca" como candidata de los demócratas, por ahora la única nominada por el actual partido de gobierno en Estados Unidos.

Rubio, el joven senador de origen cubano, anunció su deseo de postularse a la presidencia de Estados Unidos, anticipando los tiempos de los republicanos.


Con Hillary Clinton y con Marco Rubio en carrera, la campaña para las presidenciales de 2016 aparece de repente y arroja las primeras chispas, una muestra de lo que va pasar en los próximos 18 meses.


Rubio, senador electo en Florida, habló a sus seguidores en una conferencia telefónica, antes de intervenir delante de miles de personas, la mayoría latinos, que atestaron la Torre de la Libertad de Miami, un símbolo de la inmigración en los Estados Unidos, a semejanza de la estatua de Ellis Island en Nueva York.

Por esa torre pasaron centenas de miles de ciudadanos cubanos que se fugaron del régimen de Fidel Castro y esperaban recibir un permiso de residencia en Estados Unidos.

Rubio sostiene que sus padres fugitivos de Cuba le regalaron "un futuro brillante" y que ahora él quiere darle ese futuro a muchos jóvenes que todavía creen en el sueño americano.

"El sueño americano empañado -aseveró- por años de profunda crisis y las malas políticas de Barack Obama".

"El Partido Republicano por primera vez en mucho tiempo tiene una oportunidad en esta elección para presentarse como el partido del futuro", aseguró Rubio.

En cambio, defenestró a Hillary: "apenas ayer hemos escuchado a un líder del pasado que desea que volvamos al pasado, pero nosotros debemos mirar hacia el futuro". Rubio, con sus 43 años, se presenta como el candidato y líder de una nueva generación, que se contrapone a los clanes históricos, a las familias que durante decenas han decidido la suerte de Estados Unidos.

Su mensaje no está dirigido solo a Hillary Clinton, de 67 años, sino también a Jeb Bush, el hermano de 62 años del ex presidente George W. Bush que se proclamará candidato republicano en las próximas semanas.

Las circunstancias indican que Bush, ex gobernador republicano de la Florida, fue el mentor político de Rubio.

Pero, no por este antecedente el joven político se propone reservarle un tratamiento de favor. Es que muchos en la derecha republicana sueñan con encontrar su propio "Obama", capaz de repartir las cartas y de hacer que las elecciones presidenciales de 2016 no sean solo una carrera de a dos entre Clinton y Bush. Mientras tanto, Hillary confirma su enfoque "blando" en la campaña electoral. Descendió al campo sin fanfarrias, con un simple video de poco más de dos minutos, se embarcó en su primer viaje de campaña a bordo de una camioneta bautizada "Scobby" y partió desde su casa de Chappagua, en el Estado de Nueva York, hacia Iowa, el Estado donde tradicionalmente se inicia la batalla de las primarias.

En Iowa tendrá una serie de encuentro privados e intervendrá ante la comunidad del Colegio de Monticello, donde más de una vez Obama ha sido recibido triunfalmente.

Durante el viaje, cuya segunda escala será New Hampshire, la ex Primera Dama descendió del vehículo para fotografiarse con algunas personas en una estación de servicio.

La fotografía es el reflejo de la imagen que quiere brindar durante la campaña electoral: cerca del hombre común, de las familias que están luchando para encontrar la calma después de los años de crisis.

Aunque no será fácil sacarse de encima la etiqueta que es una mujer cercana a los poderes fácticos de Wall Street.

No es casual que el alcalde demócrata de Nueva York, Bill de Blasio, ubicado a la izquierda del partido, colocó su apoyo entre puntos suspensivos.

"Vamos a ver en que dirección realmente quiere andar", dijo De Blasio, quien en 2008 fue uno de los líderes de la campaña de Hillary y a su vez tanto el ex presidente Bill Clinton como la ex secretaria de Estado lo apoyaron en 2012 en su carrera por la Alcaldía de Nueva York. (ANSA / Nuevo Herald)