miércoles, 1 de abril de 2015

abril 01, 2015
MADRID / BERLÍN, 1 de abril.- Andreas Lubitz, el copiloto del avión de Germanwings siniestrado, un A320 que supuestamente estrelló voluntariamente en los Alpes, había informado a su compañía, Lufthansa, de que había sufrido un episodio depresivo grave en 2009, según ha confirmado la propia línea aérea.

La escuela de pilotos en la que se formó Lubitz fue informada de que éste había sufrido una depresión. En un email en 2009 relacionado con la reanudación de su formación, Lubitz comunicó al centro del que era alumno de un "grave episodio depresivo que disminuyó".

Andreas Lubitz envió en 2009 un correo electrónico a la escuela de pilotos de Lufthansa en la que le informaba de que había padecido un “episodio previo de depresión grave”. Tras un periodo de descanso que se tomó en la escuela que la aerolínea tiene en la ciudad alemana de Bremen, aportó está información como parte de la documentación que remitió para continuar con su proceso formativo. Lubitz recibió la confirmación médica de que era apto para volar y finalmente fue contratado por Germanwings, filial de bajo coste de Lufthansa, en septiembre de 2013 para trabajar como copiloto. (AFP)

La aerolínea alemana Lufthansa informó en un comunicado de este nuevo dato tras realizar investigaciones internas y enviar a la Fiscalía de Düsseldorf documentos adicionales sobre la formación de Lubitz y su historial médico, que incluye un correo electrónico del copiloto a la escuela de vuelo sobre su depresión.

Lubitz interrumpió su entrenamiento de piloto varios meses y al regresar contó que había tenido depresión. Después de eso superó sus exámenes médicos y fue considerado apto para volar.

Hasta ahora Lufthansa había afirmado que no tenía ningún conocimiento de los problemas de salud de Lubitz.

Además de esta confesión, la compañía aérea también ha anunciado hoy que reserva 279 millones de euros para compensaciones económicas a las familias de las víctimas.

A principios de esta semana, la Fiscalía de Dusseldorf informó de que Lubitz había estado hace años, mucho antes de sacarse la licencia de piloto, bajo tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" durante un largo periodo de tiempo.

Lubitz, de 27 años, sufría un Trastorno de Ansiedad Generalizada para el que le habían recetado un medicamento neuroléptico y estaba siendo tratado por un posible desprendimiento de retina que podría haber acabado con su carrera aérea.

El avión de Germanwings, que cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf, se estrelló el pasado 24 de marzo, con 144 viajeros a bordo -entre ellos dos bebés- más seis miembros de la tripulación. (El Mundo / El País)