jueves, 23 de abril de 2015

abril 23, 2015
Juan Acuesta Rodríguez

El lunes 20 se llevó a cabo, no un sentido, pero sí un emotivo homenaje y reconocimiento al Maestro Luis Brito Pinzón, en la Casa de España, por parte de la Liga de Acción Social, presidida por el Lic. Héctor Navarrete Muñoz.

Inició con un fragmento de la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote de la Mancha, leído por Teté Mézquita Méndez.

Luego se leyó una semblanza de Don Luis Brito Pinzón, lectura que estuvo a cargo de su discípulo, el Ing. Carlos Sauri Duch, que más que una semblanza fue una descripción de ese gran hombre modelista, quien era objeto de homenaje póstumo esa noche. Habló de su enseñanza, de que fue un hombre muy humanista, muy tranquilo, muy sereno, que siempre estuvo pendiente de la que fue su otra casa, sin descuidar desde luego a doña Genny, a quien siempre tuvo presente, hasta el último suspiro, su compañera de toda la vida; y por supuesto, de sus hijos.

Don Luis Brito no estudió en la Modelo, pero fue más modelista que muchos que se dicen serlo. En 1956 llega a esa gran institución educativa que estaba conformada por el Maestro Pepe Novelo y la Maestra Lucrecita. Impartió clases en cuarto, quinto y sexto de primaria y cobijó a muchas generaciones de la Escuela Modelo.

En 1969 muere don Pepe Novelo, uno de los grandes baluartes de esa institución. En 1970, Don Luis Brito toma el mando y le imprimió ese sentir y nobleza que solamente pueden tener los grandes hombres de la historia. Le tocó vivir la crisis más grande por la que cursaron muchos colegios privados que sucumbieron a ella, pero a la Escuela Modelo la mantuvo a flote.

Siempre decía que una buena persona, y en este caso, un buen modelista, debe llevar consigo siete letras: gracias. Gracias. Esto habla y describe claramente el sentido de su vida educativa. En ocasiones era explosivo, como cualquier humano, y quien incurría en alguna falta, se hacía acreedor de un tremendo regaño, pero el sentido de la reprimenda no queda a allá, sino que al día siguiente o más adelante le preguntaba a la persona cuál había sido el aprendizaje de ese llamado de atención.

Impulsó el ajedrez, que es un deporte ciencia y en el que la institución siempre ha destacado. Siempre procuró que los muebles para los alumnos fuesen duraderos, que las paredes fueran redondas para que en caso de un accidente de algún alumno, la lesión fuese menor. Decía que los errores no se “acompletan”, como muchos suelen decir, sino se completan.

En 1992, visita España con una delegación modelista, y los comentarios y narraciones que hacía de cada una de las obras y de los edificios que visitó denotaban su cultura y su conocimiento.

En 1997, surge la Universidad Modelo y su visión no solamente era una Universidad común y corriente, sino que en ella existieran las letras, las humanidades, por lo que se crea la Licenciatura en Letras. Paralelamente, un Diplomado en Letras Hispánicas y del Caribe, y posterior, la Especialidad en Letras Hispánicas y del Caribe.

En una ocasión, llamó al Ing. Sauri y le dijo: Cometiste un error en tu discurso. Mencionaste “higiene vocal”, cuando debió ser “higiene bucal”. Desde luego, en forma jocosa y como una anécdota de ese entonces (luego entonces, las vocales ya tienen higiene).

En 2003, es nombrado Director Emérito de la Escuela Modelo, tomando la estafeta quien era director de la Prepa y rector de la Universidad, el Ing. Carlos Sauri Duch.

Era un artista de la papiroflexia, porque siempre, cuando terminaba sus clases, muchos ejemplos los hacía con papel, y al terminar la clase se veían las figuras en el escritorio que dejaba.


Su pensar siempre fue lo cotidiano, la Patria, el heroísmo ciudadano, la vida en sí y siempre tuvo presente a los grandes poetas Manuel Acuña y a Ramón López Velarde.

Después, se leyó un poema sin dedicatoria, muy jocoso, muy alegre y singular: “El codo”, en alusión a un personaje que no le gustaba gastar un centavo ni invertir una centésima de centavo, enunciando en él que hasta los regiomontanos lo hubiesen envidiado.

Se dijeron tres poemas del Maestro Luis Brito Pinzón:  “Canción de cuna”, por la alumna Srita. Mari Paz Cetina;  “Al Maestro”, por el alumno Eduardo Ayón y “Romance Modelista” por la Srita. alumna de la Universidad Modelo de Valladolid, María Alcocer Escalante.

El 8 de noviembre de 2014, deja físicamente a la Escuela Modelo, pero su obra, su pensamiento, su legado perdurará por todas las generaciones habidas y por haber en esa gran institución que es la Escuela Modelo.

En el uso de la palabra, el presidente de la Liga, Héctor Navarrete Muñoz, sugirió que le dediquen un día al año en la Escuela Modelo  a ese gran hombre, quien fuese el Maestro Luis Brito Pinzón. Pidió a los asistentes que hablemos de lo bueno que hay en la Patria, de lo hermoso que hay en la Patria, porque en la Patria no solamente hay oscuridad, sino hay luz, y un ejemplo de esa luz es el homenajeado de hoy, y por ende, debe ser obligación de todo modelista y todo buen ciudadano hablar de las bondades y virtudes de nuestra Patria. Hoy es Día del Lenguaje, y por eso elegimos este día para ese acto.

Posteriormente, Navarrete Muñoz nombra miembro honorario de la Liga de Acción Social al Ing. Carlos Sauri Duch.

La sesión solemne fue presidida por Héctor Navarrete Muñoz, Teté Mézquita Méndez,  Ariel Avilés Marín, Orlando Cámara García y Carlos Sauri Duch.

El hombre sencillo que llegara por primera vez en su bicicleta a la Escuela Modelo recorrerá hoy y siempre los pasillos, la arboleda, los campos, el auditorio, el club y cada rincón de esa gran Institución que es la Escuela Modelo.

Honró a la Escuela con su persona, con su proceder, sus textos y su tesis de vida.

Su enseñanza siempre estará presente en todos y cada uno de quienes trataron con él e incluso a los que tan sólo recibieron un saludo de él.

Tres hurras de gloria a Don Luis. 

Para sí, para todos.