miércoles, 29 de abril de 2015

abril 29, 2015
Escribe Jorgelina do Rosario para infobae.com, hoy miércoles 29 de abril: No es la primera vez que sucede, pero lo que en un inicio parecía una excepción se está transformando en una regla. Venezuela ya lleva tres meses sin difundir las cifras oficiales de inflación, que según las normas del Banco Central de ese país se deben dar a conocer en los primeros 10 días de cada período. Aunque los técnicos siguen calculando la evolución de precios en el país con mayor inflación del mundo, la decisión de no darla a conocer es puramente política.

La administración de Nicolás Maduro se muestra reticente a evidenciar una inflación anual de tres dígitos hasta que no se hagan nuevos anuncios de aumentos salariales. A falta de estadísticas, economistas privados de Venezuela y de bancos internacionales estimaron que tanto los datos de enero como los de febrero de 2015 llegaron a los dos dígitos, por lo cual la suba de precios en todo el año superará el 100 por ciento.


El Bank of America sentenció a la economía venezolana en su último reporte económico. Para la entidad, la economía caerá un 4% y la inflación llegará al 174,4%, de acuerdo con el análisis del economista Francisco Rodríguez. "El gobierno de Maduro se encuentra en medio de la realización de uno de los mayores ajustes de importación en la historia de Venezuela", agregó.

"El primer trimestre finalizaría con una inflación del 30%, lo que tiene Perú en 10 años", comparó Ángel García Banchs, director de la consultora Econométrica, en diálogo con Infobae. El economista aseguró que el retraso en la publicación de las estadísticas comenzó a fines de 2013 y que, por ejemplo, la suba de precios del último trimestre de 2014 se conoció recién a principios de este año. "La inflación acumulada de 2015 va a superar el máximo histórico de 1996, cuando llegó al 103,2 por ciento", proyectó.

Una cuestión de escasez

Alejandro Grisanti, jefe de investigación para América Latina en Barclays Capital, señaló que el destiempo en la difusión de las estadísticas no es el único problema, sino que también se publica menos información. "El desagregado de la inflación se sigue publicando completo, pero desde febrero de 2013 no hay datos de escasez, y el desglose de las cuentas fiscales no es completo", especificó en una entrevista telefónica desde las oficinas en Nueva York.

(N. de la R. Para el asunto de la escasez, ponga en el buscador "pollo" y "Venezuela". Lo primero que sale es un video grabado en vida de Hugo Chávez. Pero hay cantidad de videos sobre el desabasto) 

"Nadie había cuestionado las cifras de inflación hasta el año pasado", dijo a Infobae el economista José Guerra, ex gerente de Investigaciones Económicas del Banco Central de Venezuela. La inflación oficial no es la única incógnita para el primer trimestre. Tampoco se publicaron los datos del Producto Interior Bruto (PIB) ni de balanza de pagos. "Estamos al borde de la hiperinflación. El venezolano está arruinado por la inflación, como los argentinos en la década del 80", adhirió.


La falta de productos en las góndolas de los supermercados ha convertido a Venezuela en el país de las interminables colas para comprar. El control de precios que impone el Ejecutivo desde 2003 a más de 160 productos no es suficiente. El rubro de alimentos y bebidas aumentó oficialmente su precio un 92% en 2014. La leche, la manteca, el azúcar, los cortes de carne, el queso, la harina, el papel higiénico y el jabón de tocador son algunos de los productos de primera necesidad más difíciles de conseguir. "Ya estamos sufriendo penurias graves sólo comparadas con economía en guerra", aseveró el director de la consultora Econométrica.

Las estadísticas de inflación han sufrido cambios metodológicos, que según Grisanti arrojan "cifras más benignas" que la realidad, pues el Banco Central cambió los ponderadores de la canasta sin cambiar la canasta. "Bajaron la ponderación a los productos que más subían, como alimentos y bebidas no alcohólicas, y subieron la ponderación a los productos cuyos precios se inflaban lentamente", dijo García Banchs. Y subrayó: "Esa manipulación no es sostenible en el largo plazo".

Más allá de estas complicaciones, los economistas coincidieron que los técnicos del organismo calculan la inflación de una manera profesional: "Es una acción muy positiva de los técnicos de seguir calculando las cifras verdaderas. No se publican por la política comunicacional del Estado. Pero es menos dañino que publicar cifras falsas", aseguró Gristanti, en alusión a las estadísticas que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) en la Argentina.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó en su último informe económico mundial una caída del 7% de la economía venezolana en 2015, con una inflación que supera el 96%, pero que aún no llega a los tres dígitos. El organismo conducido por Christine Lagarde cuestionó la falta de cifras oficiales en Venezuela más de una vez. La primera señal de alerta fue en febrero de 2014, y hace poco una misión del FMI fue al país para regularizar la falta de publicación, pero no tuvieron éxito.