martes, 10 de marzo de 2015

marzo 10, 2015
Mari Tere Menéndez Monforte

Más que la presentación de un libro, fue la exaltación de su vida. Dentro de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY), uno de los eventos más concurridos fue a presentación de la obra “Víctor Cervera Pacheco. Anécdotas de reporteros”. El acto estaba programado para las 7 de la noche pero comenzó a las siete y cuarto. El moderador fue Gaspar Gómez Chacón y los ponentes fueron Augusto Gómez Villanueva y Manuel Triay Peniche.

El primero en exponer lo referente a don Víctor Cervera Pacheco fue el espiteño Manuel Triay, quien conoció muy de cerca a VCP y que en innumerables ocasiones estuvo con él. Platicó sobre lo importante que para Víctor fue el desarrollo del Estado, la importancia que le dio a su pueblo.

Don Víctor siempre tuvo un enemigo acérrimo, el Diario de Yucatán, bajo la dirección en ese entonces de Carlos Menéndez Navarrete. Triay habló de todos los logros y positivismo que VCP tuvo durante su último período, el desarrollo de Mérida, que Yucatán no podía seguir siendo un Estado de los menores sino tenía que crecer y desarrollarse como un gran Estado con una gran ciudad. Para tal efecto creó más de 46,000 empleos, fueron empleos fijos, no empleos a fajeros, amplió el aeropuerto, abrió 56 COBAY (bachilleratos) en el Estado, creó el puerto de altura, que fue muy criticado pero ahora es el punto de desarrollo, el detonador turístico de Yucatán.

Gaspar Gómez Chacón, Augusto Gómez Villanueva y Manuel Triay Peniche (foto: JMRM)

Creó el “Palacio de Cristal”, el Complejo Deportivo de Inalámbrica, los Tecnológicos en el interior del Estado, la Universidad de Tekax.


Fue un hombre de trabajo, un hombre de lucha, nunca decayó. Cuando terminó la gubernatura se retiró por un tiempo de la vida política. Cuando decide regresar -continúa Manuel Triay- me lo comunica y yo le digo que tendría que hacerlo por la puerta grande y más importante, y se trataba de asistir a una entrevista y a una rueda de prensa nada menos que dentro del Diario de Yucatán, lo que él acepta pero siempre y cuando su entrevistador sea el Director del Diario, a quien siempre había retado, desafiado para un debate, a lo que el Sr. Menéndez siempre rehuyó e intentó que ese evento fuera ante un propio de él mismo, situación que don Víctor nunca aceptó. Era con él o con nadie.

Al cabo de unos días acepta la entrevista y le propone el Sr. Triay que sea dentro del Diario. Fue una entrevista de varios del rotativo contra él. En un principio fue álgida y tensa, pero Víctor, con esa capacidad política que siempre tuvo, logró capear el temporal y llevó bien el resto de la conversación, terminando de una manera amena y cordial.

Es así como Víctor Cervera empieza su segunda carrera para la alcaldía de Mérida. Ya había sido dos veces gobernador, ya había sido diputado, había sido senador, había sido secretario de la Reforma Agraria y ahora se perfilaba para la segunda alcaldía. Un hombre comprometido, leal con su gente, con sus ideales y con su pueblo.

De esta manera terminó su disertación el Sr. Triay.

Seguidamente le tocó la intervención al político Augusto Gómez Villanueva, un hombre de muy amplia trayectoria política. Él se refirió a Víctor Cervera Pacheco el hombre político. De sus inicios siendo un estudiante de secundaria que traía consigo una corriente muy parecida a la de Felipe Carrillo Puerto, un joven impetuoso, un hombre que lo daba todo por la gente, por su pueblo. Un hombre que conoció el campo, a su gente, sus necesidades. Que sus conquistas las lograba siempre a la brava. Es un joven que traía un proyecto de Estado y de nación visionario.

Era Díaz Ordaz presidente de la República y estaba plenamente preocupado, recuerda Augusto Gómez Villanueva, por la situación que se estaba dando en Mérida y que requería a alguien que evitara a toda costa la caída de Mérida en manos de Acción Nacional. Ante esa situación, Díaz Ordaz dispuso que el candidato fuese el joven Víctor Cervera Pacheco.

Rememora Augusto Gómez Villanueva: aquel joven que yo había invitado a que vaya a la capital a hablar conmigo aún con el riesgo de ser detenido por la policía y puesto en la cárcel, ya que existía esa orden de aprehensión; sin embargo, a pesar del riesgo, ese joven acudió a la cita y no me pidió ni me solicitó apoyo para su gente del campo, sino que prácticamente, con su tono natural, me lo exigió, convencido de esas necesidades. Accedí a ello y los campesinos de Yucatán quedaron muy agradecidos con la intervención de VCP.

Y fue por ello que propuse al joven Víctor Cervera para que sea el candidato del PRI a la alcaldía de Mérida, asevera Gómez Villanueva. Sus colaboradores eran gente como él, que daban todo por su Estado y por VCP.

Es así como llega a la alcaldía de Mérida uno de los grandes líderes, si no es que el único, de la segunda mitad del siglo XX en Yucatán.

Posterior a esto, la problemática de Yucatán era muy compleja y se propone para la  Confederación Nacional Campesina (CNC) a un hombre que conociera no sólo la problemática de su Estado, sino la de gran parte del país. Y esto lo lleva a conocer, puesto que los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez lo invitan a recorrer en sendas giras gran parte de la nación, dándose cuenta que en donde se daban los principales problemas socio-económicos era en los estados de monocultivos, como es el caso del algodón y del henequén. Para contrarrestar ese efecto negativo Víctor gestiona apoyos para el campo y entre ellos lo que llamaban “el aguinaldo de los campesinos”, que era el pago que hacía el Banco Rural por los jornales de los agricultores cada semana, así como los préstamos, avíos y refacciones que esta institución otorgaba.

Es de esa manera que VCP logra tener el cariño y el respeto de su pueblo.

Pero más aún -dice Gómez Villanueva- quedo sorprendido cuando VCP, siendo un joven, me invita a recorrer el Hospital 20 de Noviembre, en el cual me lleva al pabellón de las mujeres en vísperas de parto, encontrándonos con un panorama totalmente deprimente y desgarrador.  Había mujeres a punto de dar a luz anémicas, famélicas, muchas de ellas requerían sangre y no la habían podido conseguir y mucho menos pagar, a lo que Víctor acude con un ejército de jóvenes, mismos que lidereados por él donan su sangre para esas mujeres, siendo el primero en hacerlo VCP, un hombre visionario, un hombre con amor a la gente necesitada, un hombre que quiso a su Patria, que quiso a su pueblo y lo dio todo por él. Con este ejemplo Víctor llamó la atención a la necesidad médica de este sector poblacional, ante lo cual el Presidente de la República decreta el servicio a la gente del campo en el Seguro Social. Pero eso no sólo repercutió en el Estado sino en toda la Nación. Ese fue el sello que le dio gran poder y fama en el arranque de su carrera política.

Víctor llega a la gubernatura una y años después otra vez. Un hombre que nació para la política pero que también tuvo pendiente a su esposa y su familia. De su vida privada, muy poco podemos hablar, pero de su vida pública, hoy por hoy, se puede decir que México contó con uno de los más grandes líderes del siglo XX y que no se ha dado otro con esas características de arrestos, de visión, con esa su religión por el trabajo.

Él, siempre antes de tomar una decisión, mandaba a gente a conocer e informarse de lo que estaba ocurriendo y qué era lo que se necesitaba. Nunca daba un paso en falso.           

Incluso mantenía un contacto frecuente con Berlie Belaunzarán, con quien compartía puntos de vista, mismos que lo podían ayudar a tomar decisiones.

A sus diez años de fallecido, Víctor sigue siendo y será un fenómeno en Yucatán. Un político, un hombre querido por su pueblo, un hombre que amó a su pueblo y que dio todo por él. A Víctor siempre le hizo falta tiempo para su vida visionaria.

Esta fue la disertación de Augusto Gómez Villanueva, el hombre que conoció a VCP  desde su juventud hasta su final.  

Fue una disertación muy interesante no sólo desde mi punto de vista sino desde el punto de vista de muchos asistentes. La echó a perder cuando comparó y exaltó como una similitud al presidente Enrique Peña Nieto con Víctor Cervera.

En mi opinión muy particular, de seguir con vida don Víctor, hubiera sido un excelente consejero para el actual Presidente, a fin de que éste no cometiera tanta burrada y tanta estupidez.

Antes de terminar el acto, la periodista Yazmín Rodríguez Galaz leyó una carta de Beatriz Paredes Rangel, quien fue gente muy cercana a Víctor Cervera y cuya asistencia estaba programada, pero se encuentra en Brasil por cuestiones políticas.

A la presentación del libro, como era de esperarse, acudieron muchos políticos pero también asistió mucha gente que quiere e idolatra aún a don Víctor Cervera Pacheco. Entre los asistentes, Nerio Torres Ortiz, el Abog. Cleominio Zoreda, el rector de la UADY, José de Jesús Williams, el "Chel" Carrillo, Beatriz Peralta Chacón, el Lic. Armín Villalobos, el Dr. Eulogio Piña, Pedro Cabrera Quijano, los periodistas (entre muchos), Víctor Lara, David Heredia Montañez, José Luis Preciado, José Luis Chávez, José Manuel Repetto Menéndez, Yazumy Keb y Alberto Urcelay, el cantautor Juan Carlos Suárez Sánchez, Mario y Daniel (Dzereco y Nohoch), Jorge Mendoza Mézquita, secretario de Salud, Manuel Santos, Teté Mézquita Méndez, Alejandro Varela Baeza y, por supuesto, la familia Cervera Hernández.  

Para Víctor Cervera, mi respeto y mi reconocimiento, siempre.
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Sobre la preparación de esta segunda edición de la obra "Víctor Cervera Pacheco. Historias de Reporteros", léase Periodistas yucatecos recuerdan el legado de Víctor Cervera Pacheco en la Filey.