viernes, 27 de marzo de 2015

marzo 27, 2015
BERLÍN / MADRID,  27 de marzo de 2015.- Según declaraciones de una ex novia de Andreas Lubitz al tabloide alemán Bild, el copiloto suicida Andreas Lubitz amenazó: "Un día, todo el mundo sabrá mi nombre", así que sufría el complejo de Eróstrato. El Bild también llama a A. Lubitz "Amok-Piloten", en una aplicación amplia del síndrome Amok.

La ex novia de Andreas Lubitz, el copiloto acusado de estrellar a propósito el Airbus de Germanwings con 149 personas a bordo, ha confirmado que éste sufría una "grave depresión".


La prensa alemana especula con la posibilidad de que fuera provocada por un intercambio de mensajes con su pareja, una relación de varios años y con planes de boda para 2016 que recientemente había terminado en ruptura. Lubitz había colocado junto al suyo un nombre más en el buzón de su piso en Düsseldorf, Goldbach, aunque no hay constancia de que nadie se hubiese mudado a vivir con él. Hace unas semanas, además, se presentó en un concesionario de Düsseldorf y encargó de una sola vez dos modelos Audi, comentando al vendedor que uno era para él otro para su novia, según ha averiguado el semanario Focus.

También según la ex novia, dice el Daily Mail, Andreas se despertaba de sus pesadillas gritando: "¡Estamos descendiendo!".


El cuadro genético de las víctimas del avión se completará la semana que viene, dijo el ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz.

La cadena gala iTele ha tenido acceso a la declaración de la ex pareja del alemán, que fue interrogada anoche por la policía de su país. Este medio ha avanzado también que los padres de Lubitz se encuentran en Francia y van a ser interrogados en breve por la Gendarmería.

La Fiscalía de Düsseldorf ha informado este viernes de que el copiloto tenía un certificado médico de baja por enfermedad, que había roto y ocultado a la empresa, así como otros documentos que demuestran que estaba en tratamiento.

Los investigadores ya disponen de todos los informes médicos, recogidos tanto en el domicilio de Lubitz como en su lugar de trabajo. Entre estos documentos han aparecido recetas y pruebas que componen un amplio historial de depresión debido a una "crisis existencial" y demuestran que se estaba en tratamiento hasta el mismo día que presuntamente estrelló el avión.


Ya en el año 2008 tuvo que dejar su formación como piloto por una "depresión severa" de la que también fue tratado durante año y medio.

La aerolínea Lufthansa, propietaria de Germanwings, había explicado el pasado jueves que "el piloto había pasado todas sus pruebas y todos sus exámenes médicos". "Éstaba al cien por cien en condiciones para volar sin restricciones", afirmó Carsten Spohr, jefe de la compañía.

Análisis de medicamentos, drogas o alcohol

En estos momentos la prioridad de los investigadores es la identificación del cuerpo de copiloto, que todavía no se ha producido. En función de los restos que se encuentren, se podrían realizar análisis para saber si tomó medicamentos, drogas o alcohol.

La segunda prioridad pasa a ser la recuperación de la segunda caja negra, para determinar parámetros como la altitud del aparato y confirmar si, efectivamente, el copiloto activó el botón de descenso.

Por su parte, el diario 'Le Parisien' ha revelado que Lubitz era un "gran conocedor" de la región de los Alpes donde se produjo el accidente, ya que hasta 2013 solía visitar la zona para volar en planeador. (Bild / El Mundo)