lunes, 30 de marzo de 2015

marzo 30, 2015
pentagrama

El 27 de abril y 6 de julio. Será en esas fechas cuando se conocerá a los que hayan seleccionado para la Primavera y el Otoño Cultural, respectivamente. Resulta de llamar la atención dos convocatorias simultáneas para ambos eventos en las mismas fechas de apertura y recepción de las mismas. A mi parecer, con muchos candados, más aún en la cuestión fiscal, que de alguna manera es comprensible pero también sería pertinente que el pago a los artistas sea puntual y no hasta tres meses después de haberse efectuado alguna presentación o algún evento. Es de todos sabido que en la cuestión mercantil o comercial, el gobierno se tarda 30, 60 y 90 días en pagar, si bien le va al proveedor, pero en este caso es arte, señores. Es arte lo que se está presentando. No son artículos de compra ni souvenires que estén ofertando. Muchos son músicos que viven de eso y que esperan esas fechas, ansiosos, para ver si son seleccionados.


En ediciones anteriores, tanto para la Primavera como para el Otoño, era hasta $30,000.00. En esta edición, la Primavera Cultural la tasaron en $25,000.00 y el Otoño lo dejaron en blanco, parece ser que es la misma cantidad. Sin embargo, tengo entendido que ya están todos los proyectos en la mesa “para que los escuchen, analicen y seleccionen”. Lo que sí es cierto, que en una ocasión, creo luego de tanto analizar, enviaron a un municipio “Tributo a Marco Antonio Muñiz”. Un municipio no de los más grandes y económicamente desarrollados del Estado, cabe aclarar. Obvio, al llegar y ver al público ante quien iban a presentarse, el tributo, lo guardaron y el evento se convirtió en música tropical, lo más apropiado para compenetrar al, situación que permitió amalgamar al pueblo con el grupo que se presentó e incluso hasta se pararon a bailar. Definitivamente, creo que los analistas analizaron perfectamente el programa.

Señores, el arte merece respeto, seriedad y entrega. No es un costal de papas ni una vasija de barro la que se está ofreciendo, sin menospreciar a los alfareros y a los agricultores. Es talento, un talento que unos nacen con él y otros han estudiado para estar profesionalmente en el medio.   Creo que los artistas ponen su mejor esfuerzo en cada nota, en cada letra que interpretan. Creo que la forma en que los tratan es una falta de respeto, pero sí es cierto que las autoridades avocadas a esto viven más en la demagogia que en el arte que pregonan y comulgan. Siento que en verdad hace falta esa sensibilidad que existe en la pluma, en la guitarra, en el piano, en la escultura, en la pintura, etc.. Están más avocados y preocupados por actos políticos y en lanzar eventos con el pregón de que han contribuido con los valores y la cultura musical del Estado, cuando en verdad todo es demagogia.

Me llamó la atención que para el Otoño Cultural piden 20 años de experiencia, cuando una servidora conoce a chicos que ni siquiera llegan a los 20 años de edad y ya son unos talentos musicales, incluso en vísperas de irse al extranjero a seguir estudiando, a perfeccionar lo que ellos ejecutan y obvio, no pueden tener los 20 años de experiencia y por lo tanto quedan descalificados por convocatoria para el Otoño Cultural. Es totalmente vergonzoso que pregonemos a todos los vientos nuestra cultura musical. La música y el arte, señores, no tienen edades. Mozart murió a los 35 años, señores, y a los cinco años había escrito su primera composición.

Qué pena que dentro de la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán (Sedeculta) no haya buscadores de talentos, que los seleccionen y los consideren para dar lo que ellos mejor hacen, que es la pintura, los textos, la escultura y la música.

Ojalá alguien tome en cuenta esto. Quizá me tacharán como una mujer loca, que vivo fuera de la realidad, pero he asistido a lugares en donde me he deleitado escuchando a niños y jóvenes en soberbios conciertos  a los cuales acuden grandes conocedores y maestros de la música.

Les deseo suerte a todos los que resulten seleccionados y ojalá sean justos con ellos.