viernes, 13 de marzo de 2015

marzo 13, 2015
Juan Acuesta Rodríguez

Mucho se menciona, sobre todo por la radio, así como en los cines, la TV y quizá hasta en la prensa porque la gente no sólo tenga y obtenga su credencial de elector, sino que asista a las urnas a votar que porque el pueblo debe utilizar ese derecho para que elijamos a quienes dirigirán los destinos de la Nación, de algunos estados, de los municipios y del Congreso de la Unión.

Yo le pregunto al Pueblo ¿por quién va a votar? Si de los tres principales partidos del país, sumados a sus rémoras no se hace uno bueno. Por un lado, los tan afamados plurinominales, que son unos zánganos y un lastre a la economía de los pueblos. Y si leemos los nombres, veremos que son los mismos en diferentes cargos que llegaron a la política sin nada y salen ricos y terratenientes. Perdón, dije “salen”. De ninguna manera. Se anquilosan en los cargos públicos y como un carrusel van girando en diversos cargos, diversos puestos, un día secretarios, un día diputados, otro día senadores, otro, delegados, gobernadores, etcétera, y siguen siendo los mismos. Y el resultado del país, cada día peor.

Por un lado, los mochos panistas con sus aires de pureza y persignados han tenido las riendas del país y del Estado y los han sumido en un pozo sin fondo. ¡Ah, pero eso sí: son la voz del cambio! Yo diría que son la voz del engaño del Pueblo y la burla a las bendiciones.

Por otro lado,  el PRD, que habla de la salvación del país. Yo les digo: miren el Estado de Guerrero, cómo lo han salvado. Y ahora su extensión o su disidencia, MORENA, quien a todas luces dice es de sabios cambiar de opinión y en efecto, la opinión es que no valen nada porque son los mismos que estuvieron en su partido antecesor: PT, PRD, la mal nombrada izquierda, una izquierda que está a punto de perder su brazo izquierdo y quedar totalmente mancos, porque ni por el centro ni la derecha van.

Y qué decir del tricolor. Los del PRI, que le ofrecen gobernar para el Pueblo y con el Pueblo y gobiernan paras ellos y sus casas. Gente que ahorita te dice te escucho, que ahorita te dice voy contigo y a la conclusión de la elección ni contigo ni con nadie, sólo con ellos.

Y para acabar de amolar, los pequeños, que por lo general llegan por mayoría relativa o por plurinominales, que se unen a los partidos grandes según su conveniencia, más que nada para tener curules y seguir desangrando al país.

Hoy vemos la existencia de una Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, uno que pretende ser Partido Humanidad, etc., etc., etc..

Como verán, no hay de dónde. Pero eso sí, hay una campaña porque salga el Pueblo a votar, porque utilicen su credencial de elector, y dicen que si no votas, no tienes derecho a reclamar. Y los que hemos votado y hemos reclamado malos gobiernos, ¿qué caso nos hacen? Pregúntenle a los altos funcionarios del INE cuánto ganan y tienen que justificar su cargo. No a los pobres que hacen el trabajo hormiga del INE, que en su mayoría son eventuales y ganan una bicoca.

Me gustaría ver a todos esos mal llamados políticos, traidores de la Patria, porque traicionan los preceptos que ofrecen en sus campañas, porque engañan al Pueblo, porque sólo ellos se sirven a sí mismos y obedecen las órdenes del jefe del Ejecutivo federal y jefe del Ejecutivo estatal, según sea el caso.

Reformas hechas al vapor que en muchos de los casos le rompen el alma a la clase trabajadora, a la clase media y peor aún, a los más pobres de México.

Por esa razón les digo que son unos traidores, porque nuestros jóvenes se preparan en las universidades, en los tecnológicos, en las normales y en todos los niveles y concluyen y no hay trabajo. Y si lo hay, por contrato. Mal pagados. Y que les pagan cuando les da su regalada gana. Y si abanderan algún movimiento, son borrados de las listas de contratos. Ah, porque son revoltosos. Y no son revoltosos, señores. Es gente que defiende sus derechos y debe ser apoyada por la ley. Los utilizan como acarreados, los utilizan, como en el caso de la UADY, para romper huelgas, como la que triste y misteriosamente concluyó.

Hasta el cansancio, de una manera demagógica, se dice que vivimos en un estado de Derecho, y yo pregunto, ¿cuál Derecho? Si las instituciones son las primeras en violentar nuestra Carta Magna, la Constitución.

Entonces, ¿en dónde queda el Derecho? Es cierto, el votar es un derecho. Pero el respeto al voto, no en las casillas, señores, en las altas esferas, cuando ya todas las urnas están concentradas y es cierto, el proceso fue limpio en la mayoría de las casillas electorales. La entrampada se da dentro de la misma institución electoral y en los tribunales. Cuántas veces no hemos oído “se cayó el sistema”, cuántas veces no hemos oído ”se alentó el sistema”, cuántas veces no hemos oído “está muy cerrada, no se puede dar el PREP” o “hay un empate técnico” y en cinco o diez días, como por arte de magia, sale el ganador. Según sea la conveniencia que le toque al Estado vivir.

Señores compatriotas, vivimos una burla, y nosotros la sostenemos. Se ofenden cuando alguien dice que los mexicanos tenemos los gobiernos que merecemos. Y sí es cierto, señores, porque nos prestamos a sostener ese juego asqueroso de los mentados partidos políticos. Siento que debemos tener más un sentido cívico. Siento que debemos exigirles a nuestros diputados, a nuestros dirigentes cómo deben gobernar y no sentarnos y decir “ya estuvo, se dio el resultado”. No, señores, no allá termina el proceso. El Pueblo tiene la voz y debe exigir una verdad y debe exigir honestidad y debe exigir a sus gobernantes los beneficios que deben otorgar, y de no ser así, promoverles juicios políticos para que la verdad y la honestidad salgan a relucir. Al Pueblo de México, que es un Pueblo tan noble, lo siguen burlando, y eso por nuestra culpa, porque nosotros lo permitimos. Tenemos que tener más conciencia cívica y nacionalista, no sólo votar y se acabó.

Les vuelvo a preguntar como al principio: ¿por quién vamos a votar? Analícenlo.

Es cuanto.