martes, 3 de febrero de 2015

febrero 03, 2015
Maria Pia Fusco / La Repubblica

ROMA, Italia, 2 de febrero.- "Oriana Fallaci. Escritora" es el epitafio en la lápida en el cementerio de los Laureles, en Florencia. Tres palabras que resumen la existencia de una mujer que ha sido testigo - y a menudo protagonista - de los acontecimientos más importantes del siglo pasado, entrevistó a los poderosos de la época, vivió su vida a plenitud, incluidos los éxitos, la ira, el dolor, las contradicciones. Para contar una vida tan compleja y tan intensamente vivida lega ahora "L'Oriana", del director Marco Turco, que después de la versión cinematográfica se emitirá en dos episodios en TV, en RaiUno, el 16 y 17 de febrero. Producido por Fandango con Rai Fiction, "L'Oriana" fue escrita por Stefano Rulli y Sandro Petraglia, que han profundizado en la personalidad de la Fallaci, además de basándose en sus escritos, especialmente a través de la lectura de la entrevista que se hizo a sí misma, descubriendo, dicen. "una ironía que no esperábamos, que se trasluce siempre, incluso en sus arrebatos de ira a veces excesiva."

Vittoria Puccibi, actriz que interpreta a la periodista (en el recuadro).

La película se desarrolla como un encuentro generacional entre Oriana Fallaci en uno de sus últimos viajes a Florencia y Lisa, una joven aspirante a periodista que la considera un mito, una inspiración. El pretexto es la necesidad de poner orden el material sin fin de años de trabajo, escritos e imágenes que rompen el presente con flashbacks largos en el pasado, a partir de su entrada al semanario L'Europeo y el encuentro con una niña esposa en Karachi, uno de momentos del viaje para conocer la situación de la mujer en los países lejos de Occidente. Para ella es una ocasión para reflexionar sobre sí misma, sobre la "suerte de nacer italiana y mujer, porque ser mujer es una aventura que requiere de mucho coraje, un desafío que nunca termina."


Y el desafío continúa en los años de la guerra de Vietnam, donde va a buscar los puntos candentes y valientemente cuenta las atrocidades, las mentiras, la muerte, y también la humanidad y el heroísmo. En Vietnam Oriana Fallaci se afirma como la primera reportera de guerra, pero también encuentra a un periodista francés, François Pelou, un espíritu libre como ella en el que descubre la llamada del amor, que se convertirá en el fuerte sentimiento de su vida unos años más tarde, en agosto del 73, cuando en Atenas se apresura a entrevistar a Alekos Panagulis, líder de la Resistencia griega, que acababa de salir de cinco años de prisión y horribles torturas, pero ha decidido continuar su lucha para liberar a su país del régimen de los coroneles. A Panagulis, quien murió en un sospechoso accidente de coche, le dedica "Un hombre", el best-seller en el que la Fallaci cuenta su historia, el enamoramiento, el continuo perderse y encontrarse en un vínculo inquebrantable. Y convierte en un éxito de ventas "Carta a un niño que nunca nació", la dolorosa experiencia del aborto.

Tras las reuniones con los poderosos de la tierra, "L'Oriana" también cuenta la entrevista memorable con Jomeini en Irán, con preguntas y el gesto de desafío al quitarse el velo por el ultraje descaradamente cruel e indignante de habérselo impuesto. Es la última de las grandes entrevistas, Fallaci se retira en Nueva York, tras decidir abandonar el periodismo para dedicarse a escribir un libro sobre su vida y su familia. Pero en Nueva York, desde su ventana, es testigo de la tragedia del 11 de septiembre y el colapso de las torres y rompe su silencio con su grito contra el islamismo, una condena que suscita controversia en todo el mundo. Iba a ser el último desafío, pero el descubrimiento de un cáncer de las vías respiratorias la obliga a una última pelea, ésta contra la enfernedad.

Interpretada con la justa determinación por la actriz Vittoria Puccini, florentina como la Fallaci, "L'Oriana" tiene el mérito de evitar la retórica, de santificarla y respetar las contradicciones y la complejidad de un personaje, Oriana Fallaci, una de las mujeres más queridas y más odiadas de su tiempo. El elenco con Vinicio Marchioni (Panagulis), entre otros Francesca Agostini (Lisa) y Gabriele Marconi (el fotógrafo Palotelli, quien acompañó a la Fallaci a muchos de sus retos. Un valor añadido a el filme es la verdad de los lugares: si Irán tuvo que representarse en Túnez, la película fue rodada en Grecia y por primera vez un equipo de filmación ha llevado a cabo tomas sobre la guerra en Vietnam.