martes, 3 de febrero de 2015

febrero 03, 2015
Pedro Echeverría V.

1. Todas las huelgas suelen ser muy sacrificadas para quienes las realizan y carecen de la conciencia necesaria para resistir; sin embargo, después de triunfar en ellas, los trabajadores siempre quedan contentos y dispuestos a realizar otras si “la patronal” no los trata bien. Así como los empresarios y el gobierno siempre están contentos gozando de la explotación de los trabajadores y por sentirse sus dueños buscando ahuyentar las protestas y huelgas de sus subordinados, los trabajadores deben gozar de alegría cuando consiguen arrancarle alguna mejora al patrón. Pero más que lo que se obtiene en lo material, el verdadero triunfo es la lucha, la unidad, la experiencia, la solidaridad conquistada.

2. Mañana lunes 2 –a los 17 días de huelga- deberá reunirse la asamblea de los trabajadores de la Universidad (Autamuady) para analizar las propuestas de la rectoría de la UADY. Si antes se tenía un aumento de 3.4 al salario (tope nacional), el rector ha ofrecido un peso 40 centavos más que al parecer no llegan ni a seis. La petición original -muy conservadora, si se toma en cuenta los atrasos conforme a la carestía de vida- era de 10 por ciento y lo que se ofrece en total es aproximadamente la mitad. Esto quiere decir que no hay argumento justo para levantar la huelga, como piden algunos que poco les importa que con ello se les considere vergonzosamente derrotados y con ello entierren luchas futuras que ya nadie creería.

3. Pero estoy convencido que los trabajadores votarán por la continuidad de la Huelga hasta que lo propuesta de rectoría sea realmente decente. Si la rectoría sólo está dispuesta a jugar al chantaje de “estira y afloje” ofreciendo la mitad, mejor se hubiese planteado un 20 o 25 por ciento de aumento. ¿No se ha dado cuenta, o se hace tonta, la rectoría al no querer ver que la Huelga se fortalece con el apoyo de las movilizaciones de estudiantiles, las entregas de víveres del pueblo y los desplegados de apoyo de los profesores de Arquitectura, Ciencias antropológicas, Sicología y la misma Veterinaria? ¿Piensa acaso que su llamado a clases en otros locales, con el objetivo de desprestigiar la Huelga, le va a funcionar si los estudiantes han repudiado esa estrategia?

4. En las bases la gente está proponiendo pasar de la huelga pasiva a la huelga activa; que en vez de que las guardias estén sentadas ocho horas se organicen dos o tres comisiones por turno para visitar otros centros de trabajo (a electricistas, oficinistas, empleados bancarios, para propagar los objetivos de la huelga, invitarlos a visitar los piquetes y, de ser posible, pedir unos víveres para resistir el tiempo necesario. Se vale también organizar boteos para obtener ayuda y proporcionar información -estrictamente controlados- por el comité de Huelga. En cualquier huelga la razón política y jurídica siempre está del lado de los trabajadores; pero toda lucha siempre depende de la fuerza, por ello hay que crear un Huelga activa.

5. Los profesores de la UADY deben realizar una marcha de apoyo con convocatoria de la APAUDY o sin ella. Los veríamos por primera vez en la larga historia de la Universidad de Yucatán que se inicia en 1922, batallando por la democracia y la justicia. Siempre habrá una primera vez que hoy, con el apoyo que requieren los trabajadores, con la solidaridad que piden los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, con el desplome de nuestra economía y el repunte de la inseguridad, se justifica. Por lo menos los profesores firmantes de Arquitectura, Antropología, Sicología y Veterinaria, hacen un número de más de 200 más los miles de alumnos que los apoyarán. ¿Se imaginan la gran fuerza de la UADY demostrada por sus docentes e investigadores?

6. La asamblea del AUTAMUADY de mañana tiene que ser muy aguerrida y combativa, por ello rechazará la oferta miserable de rectoría. Alguien preguntaba: ¿Por qué no se fija un salario máximo de 50 mil pesos y un salario de mínimo de 20 mil pesos por tiempo completo en las universidades, tal como debería ser en todo el país? En otros lugares –hoy se publica- la diferencia de salarios es de 10 veces y en México de 27 veces. El salario mínimo en México es de 2 mil pesos al mes y el de un diputado, senador o ministro de la corte va de 300 mil, 400 mil a 600 mil cada mes. Por ello sería realmente triste y preocupante que en la asamblea de mañana se impusiera la falta de conciencia y la cobardía votando aceptar la oferta miserable de rectoría.

7. Como se ha propuesto: Organicemos la Huelga Activa creando decenas de comisiones para que la población conozca las demandas, nuestro trabajo en la Universidad y los insultantes salarios de los funcionarios de rectoría y demás privilegiados. Quizá ya debió haber viajado una comisión de trabajadores para visitar a la CNTE, a los electricistas, al STUNAM, a los politécnicos, al EZLN, a los campesinos de Atenco, a la radio y la TV, a Carmen Aristegui, etcétera. La rectoría ha querido derrotar a los trabajadores consultando con sus asesores que son las autoridades de la SEP, de las universidades, de los medios de información. ¿Cómo contrarrestar esa agresividad y los trabajadores sólo esperan sin chistar que los arrodillen? (1/1/15)