sábado, 21 de febrero de 2015

febrero 21, 2015
BAGKOK, Tailandia, 21 de febrero de 2015.- La ausencia de información sobre lo que acontece en el interior de Corea del Norte, donde las violaciones de los Derechos Humanos son habituales y objeto de duras críticas por parte de la comunidad internacional, implica que la confirmación de cualquier atisbo de cambio se convierta en noticia. Incluso un cambio de estilo.

En las últimas fotografías del líder supremo difundidas por la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA), Kim Jong-un luce un nuevo peinado que rompe con años de tradición. En las imágenes, captadas el jueves en la reunión plenaria del Politburó del Comité Central del Partido de los Trabajadores, el dictador aparece notablemente cambiado pese a que las modificaciones son mínimas: en lugar de aparecer con los laterales del cráneo completamente rapados, como venía siendo habitual, ahora el cabello termina uniéndose a su frente con una forma trapezoidal, un estilo más agresivo que el anterior.



Si algo caracterizaba hasta ahora al líder supremo era el peinado casi infantil al que era fiel desde hacía tiempo, y que parecía destinado a hacerle parecer de mayor estatura. Pelo rapado en los lados y una abundante cabellera en lo alto que le hacía ganar varios centímetros en las fotos oficiales, siempre acompañado de funcionarios habitualmente tocados con gorra que corrían el riesgo de empequeñecer al líder supremo.

El nuevo estilo angular, que otorga al dictador más carácter, viene acompañado de un nuevo recorte de las cejas -cada vez más altas e imperceptibles, de resultado casi amenazante- que contrastan en las imágenes de grupo con las facciones de sus acompañantes, como suele ocurrir con su redondeada constitución física.

No sería extraño que el nuevo estilo de Kim crease tendencia. En Corea del Norte, el régimen suele implicarse mediante recomendaciones -no imposiciones- incluso en el estilismo de sus habitantes. El corte de pelo de sus gobernantes suele imponerse entre algunos habitantes ya que las referencias de las que disponen son limitadas, dado el extremo control sobre los medios, si bien los actores de telenovelas surcoreanas -muy populares en el norte- suelen marcar tendencia. Fotografías captadas en salones de belleza norcoreanos dan fe de los estilos aconsejados por las autoridades, que sirven de referencia a los clientes.

Desde hace años, las autoridades norcoreanas recomiendan a la población llevar el pelo corto. En 2005, en una serie televisiva llamada Cortemos nuestro cabello según el estilo de vida socialista ya se recomendaba mantener muy corto el pelo para mantener el "espíritu ideológico" y por "motivos de salud", dado que, según el programa, un pelo largo "consume un alto nivel de nutrientes".

En otro programa similar llamado "Nombrado y avergonzado", una cámara era dispuesta en diferentes localizaciones de Pyongyang para entrevistar a personas que lucían melena, quienes se veían obligados a dar su nombre y apellidos, su número de identidad e incluso identificar su puesto de trabajo para disuadir a otros de seguir su ejemplo.

Kim Jong-un, máximo referente de su población, solía lucir un peinado que recordaba al estilo de su abuelo, Kim Il-sung, fundador de la República Democrática Popular de Corea, con quien el actual dictador guarda gran parecido físico. Desde que se hicieron públicas las imágenes de la KCNA, el nuevo estilo del dictador ha alimentado comentarios en las redes sociales donde se han hecho comparaciones con personajes de ficción como Guile, uno de los protagonistas de la serie de animación Street Fighter. Los comentarios en tono de chanza son abundantes. "¿El último corte de pelo de su estilista?", se preguntaban en Twitter. (Mónica G. Prieto / El Mundo / infobae)