martes, 24 de febrero de 2015

febrero 24, 2015
Carlos Loret de Mola Álvarez / 24-II-15

El último día que despachó como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Económico de Michoacán, circuló un video casero de Alfredo Castillo cantando "A mi manera".

Y aunque canta bastante bien para ser funcionario y jugador de pádel de alto rendimiento, la letra de la canción se antojó como un mensaje para sus adversarios.

Un mes después de despedirse, Castillo regresó a la entidad. Se reunió con sus colaboradores, se tomó fotos, tuvo citas con personajes clave en el estado. 


No circuló un video de él cantando "El Rey", pero debió haber circulado. “El Comi Castillo”, como le dicen sus cercanos, sus amigos, sigue siendo el responsable de lo que sucede en Michoacán.


Así se lo hicieron saber sus jefes cuando volvió a la Ciudad de México, según me han revelado fuentes bien informadas.

Y además le aclararon que no debía sacar de Michoacán a ninguno de los funcionarios cercanos a él que están operando las dependencias locales, sobre todo las de seguridad y procuración de justicia. Así que sigue mandando, pero ya no está él visible.

Este cambio de formato en el ejercicio de la autoridad tuvo que ver con la exigencia de todos los candidatos al gobierno del estado (hasta el del PRI, Ascensión Orihuela, quien no era el favorito de Castillo) de que no existiera un “supragobernador” durante las campañas y las elecciones.

Lo demás fue encontrar el momento políticamente más favorable para anunciar su salida, que meses antes se había pactado. El sueño del gobierno federal era relevarlo del cargo al caer el líder templario Servando Gómez La Tuta.

Pero eso no sucedió, así que tras las crisis de la matanza entre autodefensas en La Ruana y los hechos de violencia en Apatzingán, el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, fue a Michoacán a agradecerle entre aplausos su trabajo.

El lugar de Castillo lo ocupó formalmente el general Felipe Gurrola, aunque sin tanto alcance. Y además hubo un cambio clave en la zona militar de Apatzingán: salió el general Miguel Ángel Patiño Canchola y entró un general de más alto perfil, José Candelario Jaime Contreras López.

SACIAMORBOS. En Los Pinos decidieron despejarle el camino al PRD para que Silvano Aureoles sea el próximo gobernador de Michoacán. Por eso el diputado que preside la Cámara es tan dócil con la administración Peña Nieto. Hasta hizo giras a Michoacán con el Presidente y se comportaba como gobernador electo.

En campaña, el perredista está resuelto a aliarse con todos los actores relevantes michoacanos (¿todos?) para ganar: lo mismo Cuauhtémoc Cárdenas que el empresariado propanista, igual Leonel Godoy que Fausto Vallejo, quien a pesar de estar bajo sospecha y tener un hijo en la cárcel por presuntos nexos con el narco, actúa como el jefe real de un importante sector del PRI.

contenidos@carlosloret.com