miércoles, 25 de febrero de 2015

febrero 25, 2015
MADRID / Bruselas, 25 de febrero.- La deuda de Grecia con el conjunto de la Eurozona asciende a 194,000 millones de euros, cifra que supera la suma de todo el Producto Interior Bruto (PIB) heleno.

En concreto, el PIB de Grecia ronda los 182,000 millones, por lo que la cifra anteriormente citada y que está recogida en un informe que JP Morgan A. M. ha elaborado a partir de datos del Parlamento Europeo, el Banco de Grecia y el Ministerio de Finanzas de Grecia, es el 106% de toda la economía helena.

Asimismo, estos 194,000 millones representan el 60% de la deuda total que acumula Grecia. El segundo grupo de acreedores, con un total de 50,000 millones de euros de deuda a fecha de 23 de febrero, son los diferentes tenedores de bonos.

246,000 millones en manos de la Troika

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, alcanza los 32.000 millones, mientras que la deuda de Grecia con el Banco Central Europeo (BCE) es de 20,000 millones, con lo que el conjunto de al Troika llega a los 246,000 millones.

El resto de compromisos se reparten entre las entidades bancarias del propio país, el Banco de Grecia y otras entidades, además de otros inversores.



De esta manera, la suma total de la deuda de Grecia alcanza los 324.000 millones, lo que supone un 177% del PIB de Grecia. Una ingente cifra, por lo tanto, que explica los múltiples temores existentes entre inversores, países e instituciones a que el Gobierno de Syriza incurra en un impago.


Las 10 grandes concesiones de Grecia al Eurogrupo

1.- Empleo

Durante la campaña, Tsipras habló de 300.000 nuevos puestos de trabajo, incluyendo creación en el sector público y el "social". Además, prometió subir el salario mínimo desde 580 euros hasta 751. El documento enviado a Bruselas, sin embargo, no incluye ninguna referencia a esos empleos, y además, limita la subida del salario a un futuro impreciso "y de manera que salvaguarde la competitividad y las perspectivas del empleo". Y por si fuera poco, "el alcance y el momento de los cambios en el salario mínimo se decidirán en consulta con los interlocutores sociales y las instituciones internacionales", concede.

2.- Desahucios

El pasado jueves, y para ganarse a los ministros del Eurogrupo, Varoufakis anunció que retirarían el proyecto de Ley sobre Desahucios en el que estaban trabajando. En la lista de reformas, la Ley pasa a ser una "colaboración con los bancos y las instituciones" para evitarlos en la medida de lo posible y para familias por debajo de determinados umbrales de ingresos.

3.- IVA

Una de las líneas rojas de Grecia era el IVA, no subirlo antes de la temporada de verano. Eso se consigue, pero el impuesto será ajustado mediante una "racionalización de los tipos" que incluye "limitación de exenciones" y sacar productos de los tramos reducidos.

4.- Privatizaciones

Otro de los puntos calientes de Syriza. Varoufakis ya había adelantado durante su 'road show' por Londres que no habría una enmienda a la totalidad de las privatizaciones aprobadas por el Gobierno anterior. Pero en el texto va un paso más allá y habla de un "compromiso para no revertir las privatizaciones que hayan sido completadas", y "cuando el proceso de licitación se haya puesto en marcha el Gobierno respetará el proceso, de acuerdo con la ley".

5.- Liberalizaciones

Como si de la lista de instrucciones ortodoxas de un manual de texto de la Troika se tratara, Grecia acepta "eliminar barreras a la competencia siguiendo los parámetros de la OCDE", "reducir la carga administrativa de la burocracia" y esforzarse para "aliviar las desproporcionadas e injustas restricciones en la regulación de algunas profesiones", así como equiparar la legislación sobre gas y electricidad "a las prácticas de la UE". Algo chocante para un partido que ha insistido en que mantendría medidas proteccionistas, como la limitación de horarios comerciales, que no se menciona específicamente pero que es una de las bestias negras de los técnicos.

6.- Pensiones

No se habla de bajadas, pero tampoco de subidas como muchos esperaban. De hecho, Grecia "se compromete a seguir modernizando sus sistema de pensiones". En concreto, garantiza "seguir trabajando en medidas administrativas para unificar y racionalizar la actual política de pensiones y para eliminar algunos de los vacíos e incentivos que dan lugar a una proporción excesiva de jubilaciones anticipadas en toda la economía, pero más específicamente en los sectores público y de la banca". E incluso más, pues el Gobierno acepta trabajar para desarrollar un "vínculo más estrecho entre las cotizaciones de las pensiones y los ingresos", así como a "racionalizar las prestaciones" y fortalecer los incentivos para la declaración del trabajo remunerado.

7.- Gasto público

Una de las grandes críticas del FMI y del BCE al documento es que no incluye números. Ni previsiones, ni cálculos ni estimaciones de ahorro. Syriza tiene como uno de sus pilares la lucha contra el Memorando de Entendimiento y el Programa de Rescate, pero el lunes aceptó la filosofía que los caracteriza a ambos. Empezando por un férreo control del gasto público, cuando su ministro es partidario de lo contrario para reactivar la economía. En la carta, Grecia acepta una "revisión y control en cada área de gasto público, por ejemplo, en Educación, Defensa, Transporte o prestaciones sociales". Promete "mejorar drásticamente la eficiencia" e identificar "medidas de ahorro en todos los ministerios", así como reducir el número de estos de 16 a 10. Además, recortará los privilegios de ministros, asesores y parlamentarios, en sueldos, dietas y complementos.

8.- Independencia

Grecia promete luchar contra la corrupción y la evasión fiscal, dos de las prioridades de Syriza durante toda la campaña. Pero también acepta la ayuda, colaboración y supervisión de las instituciones. El Gobierno de Tsipras ha insinuado que se haría sin la presencia de la 'Troika' en el país, pero ésta es inevitable. Igualmente, acepta algo humillante: reconocer explícitamente que se garantizará la independencia de la Agencia Estadística nacional y se velará para elegir un presidente de forma "transparente y apropiada", que es reconocer que la principal fuente de cifras no lo hacía bien hasta ahora.

9.- FMI

Atenas quería fuera de las negociaciones al FMI, que ayer fue el acreedor que con más severidad juzgó su documento. Pero no lo ha conseguido. El FMI seguirá formando parte de forma directa, tanto en los préstamos como en la supervisión. En la prórroga por descontado. Y en el próximo programa que será negociado en verano, está por ver.

10.- Crisis humanitaria

Quizás la constatación más clara de las concesiones griegas se ven en el último apartado del documento enviado, el dedicado a la "crisis humanitaria". La gran pelea de Tsipras era que las instituciones reconocieran la grave crisis humanitaria del país, e incluso que parte de ella es al menos responsabilidad de las políticas de austeridad impuestas por los acreedores. Que, para el Gobierno, han disparado la pobreza, el desempleo y la cuantía y extensión de las prestaciones sociales. En la carta hay referencias directas a esa crisis, pero en términos que resultan humillantes, una imposición exageradamente punitiva. Así, Grecia "muestra su disposición" para hacer frente a esa situación y al aumento de la "pobreza absoluta". Pero se somete a hacerlo "asegurándose que la lucha contra la crisis humanitaria no tenga efectos fiscales negativos", una forma de en la práctica atar de manos a las autoridades con sus presupuesto, pues cualquier tipo de estabilizador automático tiene forzosamente un impacto negativo en las cuentas públicas. (Daniel Viaña / Pablo R. Suanzes / El Mundo)