sábado, 21 de febrero de 2015

febrero 21, 2015
EL VATICANO, 21 de febrero.- Cuarenta minutos, es decir un tiempo considerablemente largo. Es lo que duró el encuentro privado entre Papa Francisco y la Canciller alemana Angela Merkel, que fue recibida esta mañana en el Vaticano por el Pontífice. En la conversación, que se llevó a cabo en la Sala de la Biblioteca y que se desarrolló en un clima de cordialidad, el Papa habló en italiano y Merkel en alemán, con la ayuda de un intérprete. Cabe mencionar que Angela es protestante.

Durante las conversaciones tanto con el Pontífice como con el Secretario de Estado Pietro Parolin, se afrontaron argumentos como la «situación en Europa», y se subrayó particularmente «el compromiso para llegar a una solución pacífica del conflicto en Ucrania», según indicó un comunicado de la Santa Sede.




Cuando intercambiaron los regalos, la cancillera entregó al Papa, en un sobre blanco, una donación destinada a los niños refugiados que huyen de los conflictos en el Medio Oriente, sobre todo de Siria e Irak. Merkel también regaló al Papa un cofrecito de discos compactos con música de Bach y un libro.

Francisco le regaló la medalla del Pontificado, que representa a San Martín mientras ofrece su manto al pobre. «Me gusta regalar esta imagen a los jefes de Estado –explicó Bergoglio–, porque pienso que su trabajo es proteger a sus pobres». Merkel respondió: «Nosotros tratamos de hacerlo lo mejor posible».

El Papa, que durante el intercambio de regalos pronunció en alemán la palabra “danke”, gracias, también ofreció a la Canciller una copia de su exhortación apostílica “Evangelii gaudium”. Merkel se dio cuenta inmediatamente de que se trataba de la traducción alemana. «Así lo puede leer», le dijo el Papa. «Lo haré», respondió Merkel. Después del encuentro con el Papa, Angela Merkel se reunió con el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.

Merkel viajó a Italia solamente por la reunión en el Vaticano, y después visitó a la Comunidad de Sant’Egidio, en el barrio romano de Trastevere. El encuentro con el Papa, indicaron fuentes vaticanas, había sido solicitado por Merkel en vista del próximo encuentro del G7 que se llevará a cabo el 7 y el 8 de junio en Elmau, Alemania.

Con el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin (acompañado por el “ministro del Exterior” vaticano, mons. Paul Richard Gallagher), Angela Merkel afrontó algunos de los argumentos que serán tratados en el próximo encuentro del G7: «durante los cordiales coloquios –indicó el vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi– se dedicó especial atención a algunas cuestiones de carácter internacional, con referencias particulares a la lucha en contra de la pobreza y el hambre, la explotación de los seres humanos y los derechos de las mujeres, y el desafío de la salud global y de la custodia de la Creación». Tambíen se habló sobre los derechos humanos y de la libertad religiosa en algunas partes del mundo, mencionando la importancia de los valores espirituales en la cohesión social

Esta mañana, la Canciller alemana iba en compañía de 14 personas, entre las que estaban la embajadora ante la Santa Sede, Annette Shavan, el secretario de Estado y vocero, Steffen Seibert, el consejero para la política exterior Christoph Heusgen, el consejero para las políticas sociales y religiosas, Christian Luft, el consejero para la política económica, Lars-Hendrik Roeller, el consejero para los asuntos europeos, Nikolaus Meyer-Landrut, y el jefe del protocolo, Jurgen Christian Mertens.

Es la tercera vez que Papa Francisco y Angela Merkel se reúnen, después del breve saludo del 19 de marzo de 2013 en San Pedro, en ocasión de la Misa del inicio de Pontificado, y de la audiencia del 18 de mayo del mismo año, en la que hablaron por más de cuarenta minutos sobre Europa y la solidaridad en el marco de la crisis económica. Ayer por la tarde, la Canciller alemana aprovechó para visitar los Museos Vaticanos y la Capilla  (Mauro Pianta / Vatican Insider)