miércoles, 21 de enero de 2015

enero 21, 2015
MÉRIDA, Yucatán, 21 de enero.- Como cualquier otro domingo, el 19 de octubre, íbamos a la Bici Ruta, eran alrededor de las 9:15 am, circulando por las calles de la García Ginerés, específicamente la 23 por 10, cerca del Parque de las Américas; como todo domingo se podía ver a las familias salir de misa caminando de regreso a casa, mientras, nosotros estábamos por llegar a nuestro destino: Paseo Montejo y disfrutar del Paseo en bici.


Pero eso ya no sucedió, justo al cruzar la calle 10, un camión detuvo nuestro camino, salió de pronto, a exceso de velocidad y en sentido contrario sobre la calle 10. Cuando volteé a la izquierda para asegurarme de que podía pasar -y yo tenía la preferencia-, el camión ya estaba sobre nosotros, impactó en el lado izquierdo del carro, nos quedamos en silencio, no sabíamos qué había pasado, poco a poco se juntó la gente alrededor del coche y fue entonces cuando el conductor del camión –Benjamín Alberto Flores Sosa- se bajó de su unidad y solo se le ocurrió decir: perdón, estábamos probando los frenos, disculpe, yo venía en sentido contrario…

Desde aquel día ha sido un ir y venir de la Fiscalía, negociar con una empresa de camiones es prácticamente imposible, inventan tal cantidad de mentiras en las que uno los descubre: que si primero negociaran con el sindicato para que el sindicato pague, cuando NO tienen un sindicato, que si tienen que esperar a que liberen a su camión del corralón para poder tener dinero para pagar!! Sí, eso argumentaron, cabe aclarar que el camión ya había sido liberado para cuando nos dijeron semejante tontería, la última: que habían hablado ya con la licenciada Paty, “nuestra licenciada”, y NO tenemos licenciado(a) hasta ahora. 

Sí, hay leyes de tránsito, de transporte, pero ninguna se hace presente para esta empresa: su primera violación: ¡circular sin póliza de seguro! A nosotros como automovilistas nos exigen contar con uno, ¿por qué a ellos no? Dicen contar con un “autoseguro,” que funcionaría de manera similar a un seguro, sin embargo, a la hora de pagar los daños, argumentan no tener dinero, sí, ya pasó más de un mes y sigo peleando solo por lo que es justo, ellos en cambio solo “hacen ofertas,” ofertas que causan risa, por no decir enojo y en todo caso no estoy “vendiéndoles” mi coche, estoy tratando de recuperar lo que ellos mismos destrozaron. 

Aunque sí tuvimos algunas lesiones, nada grave, eso tampoco importa a la hora de hacer justicia, por lo tanto me pregunto, ¿dónde quedan tantos discursos de mejoras al transporte público? Sí, porque si bien nosotros circulábamos en carro, los automovilistas no somos los únicos que usamos las calles, las calles las usamos todos: peatones, ciclistas, automovilistas, usuarios de transporte público, todos nosotros estamos en riesgo tan solo por compartir el espacio con estos camioneros: los Minis 2000, quienes al parecer, con total impunidad se apropian de la calle, circulan sin ningún tipo de precaución, sin seguro, sin placas, sin choferes debidamente capacitados, y claro, después de cometer su infracción, resulta un infierno lograr que se haga justicia, sí, así como en alguna entrevista el dueño, Rafael Canto Rosado, manifestó: -“Es un atropello, no somos juguetes de los malos gobiernos, yo soy un empresario prestador de servicios y esta acción afecta a la sociedad, nos deben de dar un plazo para corregir lo que está mal, no somos perfectos, pero creo que somos los primeros en pedir que la ley se aplique; eso sí, que se aplique de manera justa y esto que están haciendo es un acto arbitrario”. 

Bueno, yo pido lo mismo y no solo para mí, sino por todos los que cotidianamente compartimos las calles con estos camioneros, bueno sería que esas “mejoras al transporte público” cuando menos les obligaran a respetar la ley, tal y como hacen con nosotros. 

Cabe aclarar que el camión y el chofer del mismo ya están en circulación de nuevo, mientras que yo sigo sin mi auto, sin el pago de los daños, aguantando los largos viajes a fiscalía, tan solo para escuchar sus vergonzosas ofertas e incluso escuchar sus quejas porque los hago ir para allá! 

Por otra parte, en fiscalía ¿cómo hacen sus avalúos los peritos? 

¡Por teléfono y basados solo en las fotos del peritaje! No hay mecánicos, ni hojalateros o personal especializado en el área automotriz, por lo mismo los avalúos salen bajísimos y de ahí se aprovechan los camioneros para abusar y querer pagar basados en dichos avalúos, por supuesto que con lo que quieren pagar no repararé ni la mitad de lo ocurrido a mi auto. Pero no hay por qué quejarse, uno puede llevar su propio avalúo, solo que el avalúo presentado por la víctima sí tiene que ser realizado por un mecánico reconocido y certificado, y obvio no hacerlo solo basado en fotografías, tiene que justificar absolutamente todo lo que escriba en su presupuesto y a ver si tienes la suerte de que el juez lo lea y no solo se base en el que te da la fiscalía, además de ello, el mecánico que haga tu avalúo tendrá que presentarse a declarar y ratificar lo dicho en su avalúo. Mi expediente es el 1121, mesa 4 de la Agencia 1 Mixta de la fiscalía. Es necesario señalar que el personal de la fiscalía siempre se ha mostrado amable, no es culpa de ellos que las normas para hacer los peritajes sean casi una burla para los afectados.

No quiero imaginar lo que pasarían o seguro han pasado personas que de igual manera han sufrido un accidente con estos transportistas y han salido lesionadas, ¿se habrán hecho responsables? O al igual que a mí, solo les hicieron “ofertas” para reparar sus lesiones.

Y volvemos a lo mismo: ¿dónde quedan las leyes? ¿dónde los discursos de las mejoras al transporte público? ¿dónde nuestras garantías para transitar con seguridad por nuestras calles? Sí, porque las calles son públicas, es decir, de todos nosotros: los de a pie, los que van en bicicleta, moto, carro, los que van en el camión, y puedo decir ahora como usuaria del transporte público, que todos los días por una u otra razón cometen alguna infracción, alguna grave, otra no tanto, pero sin lugar a dudas, no ha habido día en que no reconozca que están cometiendo una, exponiendo todos los días a todos los que vivimos en esta ciudad.

Y aquí el carro ya en el taller, el avalúo del daño, por parte de mi mecánico es de pérdida total, mientras que los camioneros creen que $28,000 son suficientes para cubrir: daños del carro, lesiones y gastos de arrastre y corralón. ¿Es o no una burla?

Lic. Adriana Valle Trujillo
Cel. 9993268712
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