viernes, 9 de enero de 2015

enero 09, 2015
P. Cosme Andrade Sánchez

Hermana, hermano; amigo, amiga: ¡Tú eres LA LUZ DEL MUNDO!...¡NO ESTÉS INSEGURO DE TU IDENTIDAD, PORQUE DIOS YA TE DIJO QUE LO ERES!

En estos tiempos donde EL PROBLEMA DE IDENTIDAD es descomunal, en que muchos de los padres de familia al tener a sus hijos no saben ni con qué nombre registrarlos, ni mucho menos se ocupan de su significado y su trascendencia. Yo te invito a que de verdad hagas esta REFLEXIÓN y la valores, la compartas, la reenvíes a todos tus amigos a fin de que hagamos conciencia sobre esta verdad tan trillada y tan poco comprendida, porque verdaderamente, al seguir a Cristo, se tiene en automático Su Luz y en Su Luz veremos LA LUZ y es por ello que “Tú eres la luz del mundo”. 

El Porqué de esta verdad. 

Esta gran verdad fundamental para nuestra vida fue solemnemente proclamada por aquel que ES LA LUZ DE ESTE MUNDO: Cristo, el Señor. Cuando dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8: 12). Fue el mismo Dios quien dijo a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: “YO SOY me ha enviado a ustedes.” (Éxodo3:14). 

Dios es siempre YO SOY. Nosotros, HIJOS DEL ALTÍSIMO, ¿no somos Su imagen, Su semejanza, Sus hijos y sus herederos? ¿Por qué no proclamar y confesar que SOMOS HIJOS DE DIOS, HEREDEROS DE SU REINO, PODEROSOS EN ÉL, ILUMINADOS EN ÉL QUE ES LA LUZ, VERACES EN ÉL QUE ES LA VERDAD, OVEJAS SUYAS, SUS PÁMPANOS VIVIFICADOS Y FORTALECIDOS EN ÉL QUE ES LA VIDA Y EL PAN DE LA VIDA? El proclamarlo y confesarlo NO ES NINGÚN ATREVIMIENTO, es ser consecuentes con lo que Él ha dicho y confesado que SOMOS. Si Él ya lo ha proclamado, ¡debemos confesarlo con un AMÉN que resuene y conmueva al mismo cielo y contagie a toda la humanidad!

Nosotros, mis queridísimos hermanos aunque estemos donde estemos y como estemos, por ser CRISTIANOS, ya no nos identificamos con el pecado, ni con el desorden, ni con las consecuencias de todo ello, porque estamos convencidos ahora más que nunca que aquél que mora en nosotros y está en nosotros, nos sigue proclamando con potente voz: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” (San Juan 11:25-27). Es por ello que al oírle, NOS LEVANTAMOS, resurgiendo de LA MUERTE A LA VIDA, DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ, DE LA ENFERMEDAD A LA SALUD, DE LA POBREZA A LA RIQUEZA Y DE LA SOLEDAD A LA COMUNIÓN CON ÉL. 

Dónde nos lleva esta GRAN VERDAD.

Mis queridos hermanos, esta GRAN VERDAD nos conduce a SER COMO ÉL nos dijo que somos:

+Si somos Hijos del Altísimo Dios, estamos seguros de NUESTRA DIVINA FILIACIÓN, porque somos “HIJOS EN EL HIJO”, tal como nos lo revela la Divina Palabra: “…nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por Jesucristo conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza y gloria de su gracia, con la cual nos hizo gratos en el Amado.” (Efesios 1: 5-6).

Aunque somos hijos en el Hijo, es decir, adoptivos, también somos coherederos con Cristo. Es por ello que hemos renacido en Cristo y “TODO CUANTO PIDAMOS AL PADRE EN EL NOMBRE DE CRISTO, NOS SERÁ CONCEDIDO”.(San Juan 14: 13). Efectivamente, somos hijos y herederos con el Heredero del Padre:“…y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él .” (Romanos 8: 17). El Padre quiere que le pidamos mucho a fin de glorificarle, porque nos ha creado para cosas grandes y maravillosas: “Pídeme, y te daré las naciones como herencia tuya, y como posesión tuya los confines de la tierra.” (Salmo2:8).

+ Si Cristo es LA LUZ, nosotros en Él y con Él ahuyentamos las tinieblas, la maldad, la tristeza, la enfermedad, la miseria, la muerte y el dolor, porque ante la LUZ DE CRISTO, ¡TODO ES LUZ Y LA VIDA ES ABUNDANTE! Ante la Luz, las tinieblas se desvanecen junto con toda la maldad que guardan. Como Cristo ha dicho que somos Luz, donde quiera que estemos presentes, el mundo tenebroso se aleja y la LUZ DE CRISTO que nosotros portamos RESPLANDECE.

+ Cristo ha proclamado que Él es LA VID VERDADERA y nosotros somos sus ramas. Unidos a Él, su Sangre divina correrá por nuestras venas y seremos sanos y salvos en Él.

+ Si Cristo es “LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA”, nosotros ya no estamos en la enfermedad ni bajo el imperio de la muerte, porque con Él hemos RESUCITADO a una nueva vida. 

Amados hermanos: Si en el ayer o aún en el hoy estás siendo presa del demonio, ¡levántate! Él es mentiroso y te quiere hacer creer que NO ERES HIJO DE DIOS Y ERES UN IRREDENTO. Recuerda que él es mentiroso y padre de la mentira. Cristo es EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA y solo por medio de Él llegamos a la Casa del Padre Celestial. No olvides que al mismo DIVINO SALVADOR puso a prueba al decirle: “Si eres el Hijo de Dios…”, pero Cristo estaba seguro de sí mismo tal como tú y todos debemos estar seguros de nuestra auténtica identidad: “SOMOS HIJOS DE DIOS” y por tanto, con verdadero poder. Tú, amado hermano, no obstante tus pecados, eres Hijo de Dios y Él te ama y cree en ti, se ha olvidado de todos tus pecados, porque con tu verdadero arrepentimiento, Él te ha perdonado haciendo de ti una nueva creatura con todos los derechos de hijo.