miércoles, 14 de enero de 2015

enero 14, 2015
Miguel A. Sangineto

Los que hemos tomado esta profesión del Periodismo, nos apasionamos con cada cosa que hacemos, damos lo mejor de nosotros para informar, nuestra experiencia, sagacidad. Muchas veces ponemos el físico por delante y seguimos, como un ariete sobre las puertas de una fortaleza. Derribamos muros, construimos muros. Esto se refleja en las historias que hacemos, donde con ética y sentido común, llevamos a la gente información, para que ellos puedan hacer sus propias conclusiones.


La pasión de informar nos lleva a no medir las consecuencias que puede traer el buscar información, ponemos en riesgo nuestras vidas por el derecho a informar.

Hoy mucha gente que habla de los periodistas y critica su labor, se puede estar de acuerdo o no con la labor de cada uno, pero sin la variedad de opiniones, no podríamos tomar una propia, y eso, se llama diversidad. Los que realmente amamos esta profesión y hemos dejado una parte de nosotros en cada historia, nos sentimos heridos al ver que en toda América se avasallan los derechos de los periodistas, que cada persona que se siente herida, pero que no aporta nada a su defensa, mancilla el trabajo de investigación de un periodista.

Según el Último informe del Freedom House, “Libertad de Prensa 2014″, señala que, nuevamente, México es considerado como “país no libre” para el ejercicio de la libertad de prensa. 

En su informe anual señala que, del  2000 a 2013, 76 periodistas han sido asesinados. De 2003 a 2013,  16 han sido reportados como desaparecidos. Aunque estos números disminuyeron en 2013,

Al mes de septiembre se han reportado 225 incidentes de agresiones contra periodistas y/o trabajadores de medios e instalaciones de medios de comunicación, cifra superior a los 207 atentados perpetrados a lo largo de 2012 y los 172 registrados en 2011 y, en lo general, el nivel de las amenazas y ataques se incrementó”.

Entre “otras modalidades”, están las que se refieren a  las múltiples causas penales abiertas en los estados de la República contra medios y periodistas bajo la figura de “difamación… la autocensura continúa presentándose como un factor generalizado”, considera la organización.

El periodismo es una de las profesiones más riesgosas del mundo, hoy en México es la más peligrosa y en Latinoamérica ejercer con libertad esta profesión es imposible. El pueblo algún día se tendrá que poner a pensar y los periodistas también, cómo sería vivir sin información. 

Algún día las rotativas se pararán, las cámaras se apagarán, las radios no transmitirán, y los periodistas nos confundiremos con la sociedad, y ya no habrá información, no habrá quien cuente historias, el silencio se hará insoportable, y tal vez, ese día, la sociedad entienda, que para bien de algunos, y para mal de otros, los periodistas no hacemos más que cumplir con nuestra labor, informar.