miércoles, 21 de enero de 2015

enero 21, 2015
JMRM

Mucho se ha comentado respecto a la huelga del personal manual y administrativo de la UADY, que ha paralizado por completo a la máxima casa de estudios, y el gran efecto perjudicial que ésta tendrá en los estudiantes, quienes deberán lidiar con una mayor carga académica cuando ésta concluya o inclusive perder un semestre completo.

Las máximas autoridades en la UADY: El Director General de Planeación y Efectividad Institucional, Juan de Dios Pérez Alayón; el Director de Desarrollo Académico, Carlos Alberto Estrada Pinto; el Director de Administración y Finanzas, Manuel de Jesús Escoffié Aguilar; el rector, José de Jesús Williams; el Abogado General, Renán Solís Sánchez y el Secretario General, José Luis Villamil Urzaiz (foto: JMRM)

Sin embargo nadie se ha detenido para ver al grupo más vulnerable dentro de la Universidad: sus jubilados.

Hasta octubre de 2012, la UADY contaba con 774 trabajadores jubilados. Es razonable suponer que esta cifra ha menguado los últimos dos años, ya que parte sustancial de éstos son personas de avanzada edad y el personal contratado desde la década pasada ya no gozará de las mismas prestaciones que sus predecesores.

También es preciso mencionar que durante la gestión de Raúl Godoy Montañez se eliminaron, de manera retroactiva, los sobresueldos para los directivos jubilados. Los agraviados pelearon su caso ante las cortes, y perdieron.

Aparte de la incertidumbre de saber si podrán cobrar el próximo 13 de febrero (el pago a los jubilados es mensual) también se enfrentan al cierre del Servicio Médico y sólo les queda la opción de acudir a consultar a los hospitales particulares en caso de urgencias. La Universidad no ha aclarado, hasta el momento, estas situaciones.

Aunque no se ve la razón de que los académicos y los jubilados de la UADY no cobren su sueldo en las fechas acostumbradas, porque ellos no están en huelga, no ha habido hasta el momento una declaración explícita de parte de Rectoría de que sí van a cobrar.

Renán Solís Sánchez y Manuel Escoffié Aguilar ya han dado la cara ante los medios. El gran ausente es José de Jesús Williams, quien ascendió a la rectoría apenas hace 21 días. La Universidad no ha emitido un solo comunicado oficial desde el pasado 15 de enero, en el cual aseguraron que valoran a su personal administrativo y manual, reconociendo el compromiso que ellos tienen con la institución.

Mientras Williams y sus más cercanos colaboradores se reúnen en secreto, existe la posibilidad de que la huelga se prolongue al menos tres meses.

El personal activo y los jubilados, sus familias y la comunidad estudiantil están a la espera de que el rector dé la cara, de manera pública, y haga una declaración aclarando éstas y otras situaciones en torno a la huelga de la AUTAMUADY y, qué decir, ponga orden y dé pronta solución al conflicto.