Manifestaciones en casi todo el país, la quema de oficinas gubernamentales en el estado de Guerrero, la corrupción y la impunidad, ponen en evidencia la fragilidad del sistema de seguridad en el País
Por Miguel A. Sangineto*
La toma de más de 60 Municipios en el estado de Guerrero, los incendios de edificios públicos, las manifestaciones, las marchas en la mayoría de los estados, la condena de los hechos por parte de organismos internacionales, ONU, OEA, Parlamento Europeo y otros organismos no gubernamentales por el caso Iguala, ha puesto a México bajo la mirada atenta del mundo.
Atrás quedo el México de las profundas reformas estructurales, el que proponía un moderno proyecto de aeropuerto para la capital. El país volvió a ser noticia por la violencia; y la fragilidad institucional, queda al descubierto.
La corrupción y la impunidad, permitieron que el presidente municipal de una ciudad de un poco más de 100 mil habitantes se asociara con un cartel de drogas y mandara a la policía y sicarios a disparar y perseguir a estudiantes para que no se manifestaran en un acto de su esposa.
La policía corto la ruta, disparo y persiguió a los estudiantes. Confundió el ómnibus de un equipo de fútbol con los perseguidos. También les dispararon. Hubo seis muertos: tres alumnos de Ayotzinapa, un futbolista de 15 años, un chofer y una mujer que iba en un taxi. Tras el tiroteo, la policía y un grupo de sicarios secuestro a 43 estudiantes, los cuales permanecen desaparecidos.
En los últimos años en México han desaparecido más de 20.000 personas, al igual que los estudiantes de Ayozinapa, los padres de estos desaparecidos no se resignan a pensar que sus hijos y hermanos puedan estar muertos.
El director del Observatorio Nacional Ciudadano sobre la seguridad, Francisco Rivas dijo al respecto que, "Este evento pone en discusión toda la narrativa que el gobierno federal ha tenido sobre los éxitos en materia de combate a los delitos".
Mas allá de las medidas que se tomen en torno a la seguridad en México, todo un país espera que encuentren a los estudiantes con vida.
Los 43 normalistas desaparecidos han marcado sin lugar a dudas, un antes y un después en el Gobierno del Presidente Peña Nieto, y abren una profunda herida, que todos pensaban, estaba cerrada.
*Miguel A. Sangineto: Es Periodista, Investigador, Documentalista con más de 30 años de experiencia, ha sido corresponsal de varios medios del País y el Exterior. Actualmente dirige la agencia de noticias Tikva y es corresponsal en México de ABC Mundial.
