jueves, 15 de enero de 2015

enero 15, 2015
Asociaciones por los derechos humanos, periodistas y ciudadanos están convocando por las redes sociales a toda la comunidad a asistir a la Plaza Grande de Mérida, este 24 de enero, para reclamar el derecho a la Libertad de Expresión en el Estado.

Miguel A. Sangineto

Este domingo, el Gobernador del Estado Yucatán rendirá su segundo informe de Gobierno. Faltando 4 años para que concluya su mandato, Rolando Zapata Bello, seguramente hará un recorrido por todas las áreas de Gobierno, compartiendo con los presentes los logros de su gestión, que aunque todavía quedan pendientes, de los más de 250 compromisos que hizo en campaña, no son pocos.


Pero seguramente no hablará de la marcha por la Libertad de Expresión que se realizará una semana después de presentar su informe, en la Ciudad de Mérida, capital del Estado.

Asociaciones por los derechos humanos, periodistas y ciudadanos están convocando por las redes sociales a toda la comunidad a asistir a la Plaza Grande de Mérida, este 24 de enero, para reclamar el derecho a la Libertad de Expresión en el Estado.

Al parecer, el Gobierno de Zapata Bello tiene una asignación pendiente en este tema, ya que durante su mandato se han registrado agresiones contra periodistas y represalias contra trabajadores del gobierno por comentarios hechos a la prensa.

El caso más relevante, que ha tomado importancia a nivel nacional es el del periodista Edwin Canché Pech, corresponsal del periódico “El Diario de Yucatán” en la ciudad de Seyé, situada a unos 35 km de Mérida.

Cerca de las 20:00 horas del 1 de enero del 2014, Edwin Canché Pech recibió una llamada de vecinos de la localidad, quienes le reportaron que una camioneta se había estrellado contra un domicilio ubicado a unas cuatro calles de la presidencia municipal.

La camioneta, narra Canché Pech, iba manejada por un menor de edad que estaba ebrio, a quien el hermano del alcalde había prestado la camioneta sin importar las dos agravantes que implicaba el uso del vehículo. El reportero llegó al sitio “cuando ya casi no había nadie”. Se puso a trabajar, haciendo las preguntas de rutina en el caso de una colisión con un automóvil, sin fijarse más. Fue entonces cuando llegó el Ermilo Dzul Huchim, quien se presentó para hablar y negociar con los propietarios de la vivienda y llegar a un acuerdo para el pago de los daños.

Apenas pasados unos minutos se estacionaron frente a la casa dos vehículos, uno del DIF municipal y una camioneta habilitada como patrulla. De la segunda bajaron cerca de seis elementos quienes directamente se fueron contra Canché Pech comenzando a insultarlo y agredirlo, en primera instancia con un par de golpes y empujones en cada costado.

Sin orden de aprehensión de por medio y sin que mediara flagrancia de delito alguno, los policías le piden –con algo de fuerza- acompañarlo a la presidencia municipal donde ya lo esperaba, a las puertas de su oficina, el alcalde Ermilo Dzul Huchim.

“Ahí me dijo ‘pasa’ y como yo no quería y preguntaba por qué me llevaron, me metieron a la fuerza ahí en un cuarto como de cuatro por cuatro metros. Dos policías me tenían agarrado mientras los otros me insultaban y me decían que no me metiera en lo que no es asunto mío”.

En medio de los insultos y advertencias a grito abierto, el reportero sólo alcanzó a distinguir la voz enojada del alcalde una vez más: “¡rómpanle la madre!”. Luego vino la andanada de patadas, macanazos e incluso el intento del propio Dzul Huchim de golpearlo en el rostro, más de una decena de veces.

Otro caso relevante ocurrió hace unos días con el Dr. Antonio Plascencia. Cuando en un artículo de su autoría, publicado por el portal de noticias Libertad de Expresión Yucatán narraba los posibles vínculos del Secretario de Gobierno del Estado de Yucatán, Víctor Caballero, en un fraude millonario.

Al día siguiente de salir la publicación, el Dr. Antonio Plascencia fue despedido de su trabajo en el Centro Dermatológico de Yucatán, perteneciente a la Secretaria de Salud del Estado.

A esto se le debe sumar agresiones aisladas, pero agresiones al fin, de elementos de la policía de Yucatán a Periodistas, como así también Agresiones a la prensa por parte de funcionarios del Ayuntamiento de Mérida.

Los policías que agredieron al Periodista Edwin Canché Pech pagaron una fianza y están libres, el presidente municipal, quien lo golpeo, tiene fueros y es intocable. El Dr. Antonio Plascencia sigue sin trabajo por exponer sus ideas, y así se siguen sumando en el Estado las violaciones a un derecho humano fundamental, la libertad de expresión.

Ninguna autoridad hasta el momento ha repudiado estos hechos, y seguramente no lo harán. Le apuestan al silencio, y al tiempo, creyendo que este último todo lo olvida, pero al parecer no es así.

Ahora la sociedad se está organizando. Este sábado 24 de enero reclamará por su derecho, el derecho a la libertad de expresión, a publicar sus ideas sin censura previa. 

El domingo, el gobernador dará su segundo informe de gobierno, dirá que se están cumpliendo las metas, que Yucatán es un estado donde se vive en paz. 

Seguramente concluirá su mensaje, haciendo notar que la casa está en orden, ¿pero en verdad lo está?