domingo, 25 de enero de 2015

enero 25, 2015
KIEV, Ucrania, 25 de enero.- Barack Obama prometió aumentar la presión a Moscú y Angela Merkel exhortó a Rusia a que interceda ante los separatistas después de los bombardeos del puerto ucraniano de Marioupol que dejaron 30 muertos, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este lunes.

El presidente francés, François Hollande, habló este domingo con su homólogo ucraniano Petro Poroshenko y con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y expresó su "muy fuerte preocupación", indicó la presidencia francesa a la AFP.

En Kiev se organizó una vigilia por los 30 civiles muertos en un bombardeo de los separatistas. (DPA)

El presidente estadounidense Barak Obama prometió en Nueva Delhi "aumentar la presión a Rusia" en coordinación con otros países occidentales, en alusión a medidas económicas y diplomáticas, pero volvió a excluir una "confrontación militar" con Moscú.


En conversación telefónica, la canciller alemana Angela Merkel exhortó al presidente ruso a que "impida una nueva escalada" de la violencia y promueva el respeto a los acuerdos de Minsk, en particular al alto el fuego, dijo su portavoz Steffen Seibert en un comunicado.

Hollande debe hablar también con su homólogo ruso, Vladimir Putin, la noche del lunes y con la canciller alemana, precisó la presidencia francesa

La responsable de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció en un tuit la reunión el próximo jueves de los cancilleres de la Unión Europea para abordar la situación en Ucrania. Muchos de los países miembros piden incrementar las sanciones contra Rusia, a la que acusan de apoyar a los prorrusos.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, atribuyó a los separatistas, "terroristas que recibieron apoyo de Rusia", la matanza del sábado en Mariupol y dijo basarse en llamadas telefónicas interceptadas por Kiev.

Kiev denuncia desde principios de esta semana la entrada de batallones rusos en territorio de Ucrania, y numerosos ataques contra posiciones del ejército ucraniano.

"La agravación de la situación es el resultado de disparos permanentes de las fuerzas ucranianas contra localidades pobladas, en flagrante violación de los acuerdos (de paz) de Minsk", respondió, no obstante, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, en una conversación con su homólogo estadounidense, John Kerry, según la cancillería rusa.

Pese a este clima de tensión, el presidente Poroshenko reiteró este domingo que no hay alternativas a los acuerdos de paz de Minsk firmados con los separatistas prorrusos.

"Ucrania es partidaria de una solución pacífica del conflicto. No vemos alternativa a los acuerdos de Minsk", afirmó tras el consejo de Seguridad Nacional.

El papa Francisco expresó por su lado su "gran preocupación" por la "agravación de los conflictos" en el este de Ucrania y pidió "la reanudación del diálogo", durante la oración del Ángelus este domingo.

Las banderas permanecían este domingo a media asta en toda Ucrania, donde Poroshenko decretó una jornada de duelo nacional.

En Mariupol, en el lugar de los bombardeos, custodiado por soldados, los habitantes acudían el domingo para constatar los daños.

El coche de Yulia Kuzmina, de 27 años, que residía en Donetsk, el feudo rebelde, y se mudó a Mariupol para "estar tranquila", fue destruido por esquirlas de explosivos, que también dañaron su apartamento.

"Estaba en casa, corrí hacia la escalera para bajar, si no lo hubiera hecho, habría podido morir o resultar herida por las esquirlas" de las bombas, relata a la AFP.

Mariupol es la última gran ciudad del este separatista aún bajo control de Kiev.

Según los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) presentes en Mariupol, los cohetes lanzados contra esta ciudad procedían de dos localidades controladas por los separatistas.

La conquista de Mariupol, ciudad industrial de medio millón de habitantes ubicada al borde del mar de Azov, le permitiría a Rusia y a los rebeldes crear un puente terrestre hacia Crimea, península ucraniana anexionada por Moscú en marzo.

Este sangriento ataque se produce pocos días después de que el ejército ucraniano abandonara el aeropuerto de Donetsk que controlaba desde hace meses, lo que ya supuso otro giro en este conflicto que ha dejado más de 5,000 muertos en nueve meses. (AFP)