MÉRIDA, Yucatán, 6 de diciembre.- Noche que se pinta de acuarelas y del uso del papel, de aromas de extranjero, de hielo que se convierte en arte, de movimientos rítmicos y de pasarela, así es la IV Edición de la Noche Blanca.
Pasarela de David Salomón ante la Catedral (foto: Cindy Rivero Alcocer) |
Miles de propios y extraños saltan a las calles del centro histórico de Mérida en una noche coronada por una luna plena y un cielo estrellado que baila al ritmo de la trova yucateca, las jaranas y el danzón del foxtrot y de todo aquello que permita deleitar el alma.