CIUDAD DEL VATICANO, 4 de octubre.- «La comunión de vida asumida por los esposos, su apertura al don de la vida, la custodia recíproca, el encuentro y la memoria de las generaciones, el acompañamiento educativo, la transmisión de la fe cristiana a sus hijos: con todo esto, la familia sigue siendo una escuela sin par en la humanidad, contribución indispensable para una sociedad justa y solidaria».
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El Papa Francisco recomendó este sábado escuchar "los latidos de este tiempo" y percibir el "olor de los hombres de hoy" ya que, de ese modo, se podrá proponer con credibilidad "la buena noticia sobre la familia". |
Lo dijo Papa Francisco, citanto su exhortación apostólica “Evangelii gaudium”, durante la vigilia de oración con las familias en la Plaza San Pedro, organizada por la Conferencia Episcopal Italiana, por el Sínodo sobre la familia que comienza mañana en el Vaticano.
«Entre más profundas sean las raíces, más es posible salir e ir lejos en la vida, sin perderse ni sentirse extranjeros en ninguna tierra –añadió el Pontífice. Este horizonte nos ayuda a comprender la importancia de la Asamblea sinodal que comienza mañana».
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Así se expresó el pontífice argentino durante la vigilia de oración organizada por la Conferencia Episcopal Italiana en la plaza de San Pedro, totalmente abarrotada, con motivo del inicio de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de obispos. |
El Papa también llama a los padres sinodales, para que tengan «el don de escuchar», no solo a Dios, sino también «al pueblo», y para que tengan la disponibilidad «a una confrontación sincera, abierta y fraterna», que «nos lleve a hacernos cargo con responsabilidad pastoral de las interrogantes que este cambio de época trae consigo».