NUEVA YORK, 21 de agosto.- Arrodillado en el suelo en un desierto en algún lugar del Medio Oriente, James Foley perdió su vida esta semana en las manos del Estado Islámico de Irak y Siria (EI, IS o ISIS, por sus siglas en inglés). Antes de sacar el cuchillo utilizado para decapitarlo, su verdugo enmascarado explicó que asesinaba al periodista estadunidense de 40 años en venganza por los recientes ataques aéreos de Estados Unidos contra el grupo terrorista en Irak.
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En todas las imágenes James Foley en diversos momentos de su carrera, en diferentes países. |
De hecho, hasta hace poco, el ISIS tenía una muy diferente lista de demandas por Foley: el grupo presionó a Estados Unidos para que pagara un rescate multimillonario por su liberación, de acuerdo con un representante de su familia y exrehén que se encontraba junto con él. Estados Unidos —a diferencia de varios países europeos que han canalizado millones al grupo terrorista para salvar las vidas de sus ciudadanos— se negó a pagar.
El asunto de cómo lidiar con el ISIS, que al igual que muchos grupos terroristas de manera frecuente intercambia a cautivos por grandes sumas de dinero en efectivo, es grave porque Foley no era el único estadunidense bajo su custodia. El ISIS amenaza con matar al menos a tres otros que mantiene cautivos si sus demandas siguen sin cumplirse, confirmó The New York Times a través de entrevistas con prisioneros recientemente liberados, integrantes de las familias de las víctimas y mediadores que intentaron lograr sus liberaciones.
Sensible a las crecientes críticas sobre que no había hecho lo suficiente, la Casa Blanca reveló este miércoles que
un equipo de Fuerzas Especiales de Estados Unidos intentó y falló en rescatar a Foley —un nativo de Nueva Hampshire que desapareció en Siria el 22 de noviembre de 2012— así como a otros estadunidenses rehenes durante una misión secreta este verano. Barack Obama dijo que Estados Unidos no retrocederá hasta que haya eliminado el "cáncer" del ISIS en el Medio Oriente.