CIUDAD DEL VATICANO, 16 de enero.- La Iglesia católica pretende “convertirse en un ejemplo” en la lucha en contra de los abusos y en la protección de la infancia. Es lo que sostuvo monseñor Silvano Tomasi en la presentación del informe de la Santa Sede ante el Comité de las Naciones Unidas de Ginebra sobre la aplicación de la Convención para los derechos del niño.
Las preguntas de los expertos de la Onu (formuladas por escrito hace algunos meses y que tuvieron respuesta hoy en una sesión en vivo desde Ginebra) se centran en los casos de pederastia y de maltrato de menores en la Iglesia de Irlanda, España y México (sobre todo en relación con el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado). La sesión de hoy dedicada a la Santa Sede durará todo el día.
El Vaticano suscribió la convención en 1990 y en 2001 firmó otros dos “protocolos opcionales”. A finales de noviembre del año pasado, como prevé la normativa, la Santa Sede envió a Ginebra una respuesta por escrito a las preguntas de la Onu. Partiendo del presupuesto de que los obispos y los superiores religiosos no son representantes o delegados del Papa, las preguntas sobre los casos particulares de abuso que se verificaron en instituciones católicas de todo el mundo no son pertinentes en cuanto al respeto de la Convención por parte de la Santa Sede.