miércoles, 24 de diciembre de 2014

diciembre 24, 2014
Bajo Reserva | Periodistas El Universal | 24-XII-14


Ya lo ha planteado el propio presidente Enrique Peña Nieto, pero en menos de 24 horas, dos miembros de su primer círculo han insistido en que hay fuerzas interesadas en desestabilizar el proyecto de gobierno, e incluso, en patrocinar actos de violencia. El lunes el jefe de la oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño, dijo que existen resistencias de quienes no quieren perder sus privilegios. Pero ayer, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, fue más allá en la descripción. Dijo que las reformas estructurales impulsadas por el Presidente afectaron algunos intereses, mismos que reaccionaron en estos momentos de dolor por los sucesos de Iguala, provocando desconcierto y violencia. Nos aseguran que esos “intereses” tienen rostro y apellido. Para más datos, nos orientan, algunos de ellos provienen del sector empresarial. Fuerte señalamiento.


Los informes de Valencia

Ayer en este espacio le comentamos que el jefe delegacional de Iztapalapa, Jesús Valencia, había contratado los servicios del consultor de origen español Aleix Sanmartín. El mismo Sanmartín llamó ayer a este diario para decir que él realizó la campaña de Valencia para la delegación, que está muy orgulloso de ese trabajo, y que estima al jefe delegacional, pero que en sus dos años de gestión no le ha dado ningún contrato. Lo único que ha realizado para Valencia, dice, es un libro para su Informe de labores, pero aclara que el pago por ese trabajo no se lo dio la delegación, sino una empresa que la demarcación contrató para que se hiciera cargo de todo los relacionado con la organización del Informe. Valdría la pena que la investigación de la Contraloría determinara qué empresa le organiza los informes, y cuánto le cuestan a los ciudadanos, no vaya a ser que el trabajo le haya sido encargado a su empresa consentida.

Perredistas se oponen a reforma del DF


Una navidad con muchas preocupaciones pasará el presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa. Nos dicen que no toda la bancada del PRD en el Senado de la República está convencida de aprobar la reforma política del DF. Nos comentan que algunos senadores perredistas regatean el apoyo a esta reforma que mucho espera el gobierno capitalino de su mismo signo político. Así que don Miguel no sólo tiene que lidiar con el PRI y el PAN que frenan esta reforma sino con sus mismos “compañeros” de partido.

Protocolos anticorrupción en el PAN

Para poder criticar la larga cola del vecino, hay que tener la propia muy corta, aseguran algunos panistas que han visto cómo legisladores azules no se han medido en descalificaciones en contra de los perredistas cuyos actos de corrupción y presuntos conflictos de intereses han salido a flote en los últimos meses, y les preocupa que cualquier día les suceda algo parecido y tengan que comerse sus palabras. Nos dicen que dado que no pueden garantizar que en su filas no haya un José Luis Abarca —con sus presuntos vínculos con la delincuencia organizada— o un Jesús Valencia —que recibe generosos “apoyos” de sus proveedores—, la dirigencia nacional trabaja en la construcción de algunos protocolos internos para detectar posibles anomalías entre sus cuadros gobernantes.