lunes, 15 de diciembre de 2014

diciembre 15, 2014
Pedro Echeverría V.

1. La empresa Televisa –la que impuso a Enrique Peña Nieto en la Presidencia- ha hecho hasta lo último para mantenerlo en el gobierno; pero tampoco esa televisora se manda sola porque no debe olvidarse que forma parte de monopolios internacionales de los medios de información (aunque se oiga feo: del capitalismo mundial) y debe responder a lo que esas transnacionales le demandan. Tanto la OCDE, como el FMI y la banca mundial han buscado remedios en economía y finanzas para lo que sucede en México y no los encuentran: los precios del petróleo se han desplomado; la moneda mexicana cae sin detenerse a pesar de la inyección de sus reservas económicas; la producción económica no se recupera; la bolsa de valores sufre su peor caída; el desempleo es cada vez mayor.

2. Y el asunto de la política se ha complicado más con la desaparición de 43 estudiantes normalistas, el asesinatos de muchos otros estudiantes, el casi fusilamiento de 23 campesinos el Tlatlaya, la represión contra las manifestaciones y las leyes represivas que se han estado aprobando en el Legislativo. ¿Y si a esto se le agrega las acusaciones de fraude y corrupción por el problema de las casas de Las Lomas y la construcción del ferrocarril a Querétaro? Todo ello, más otras cosas que siguen escondidas, lleva a pensar que Peña y su esposa pueden estar preparando sus maletas para dejar la casa presidencial de Los Pinos y mudarse a otra casa de Las Lomas que tanto les gustan. López Obrador tenía la esperanza de que la renuncia sucediera antes del 1 de septiembre para que –según la Constitución- haya nuevas elecciones.

3. En México, con excepción de la renuncia a la Presidencia en 1932 de Ortiz Rubio provocada por Elías Calles, todos los presidentes de la República han concluido sus respectivos períodos de gobierno. Ello, sin duda alguna, ha demostrado mucha estabilidad política implantada por los gobiernos del PRI, aunque la población –en más del 70 por ciento- siga viviendo en la pobreza y la miseria. Pero nunca el tono de las protestas han sido tan altos y agudos como hoy. Incluso, durante los dos gobiernos del PAN (2000-06 y 2006-12) que todo mundo supuso que no tendrían capacidad para mantenerse en los cargos, pudieron concluir con el apoyo del mismo PRI que se recuperó ampliamente. Pero ahora con Peña Nieto muchos coinciden en que no es difícil que renuncie para que no se compliquen más los problemas.

4. Ya no habrían nuevas elecciones y el presidente sustituto sería el que designe el poder Legislativo donde se ve que el más destacado, apuntado y casi único es Manlio Fabio Beltrones quien en 2011, a pesar de que Peña Nieto era el claro candidato oficial del PRI, apareció un poquito asomando la cara, para mosquear el pastel de la candidatura del PRI. Además lleva por lo menos 12 años como jefe-jefe parlamentario brincando de diputado a senador y de aquí a otra diputación. Parece que fuera de él nadie, a no ser que se busque a una persona que no sea tan protagónica como Beltrones. De todas maneras, no debe olvidarse que en los asuntos sociales o de la política dos más dos no son cuatro y las cosas cambian de la noche a la mañana; pero algunas veces se vale especular a partir de lo que se observa.

5. Hoy por la mañana se han anunciado cifras que hablan de encuestas de eficiencia y popularidad de Peña Nieto que demuestran que nunca había caído tan bajo un presidente de la República y que Peña apenas alcanza un 41 por ciento de aceptación. También las encuestas se manipulan de acuerdo a los intereses de quien las paga; pero, ¿quién las paga en estos momentos que la Presidencia atraviesa por graves dificultades? De todas maneras no hay que estar tan seguro de la renuncia de Peña a pesar de que personajes puntales de Televisa, como el conductor Loret de Mola y artistas de primera línea como Derbez, parecen estar adelantando rompimientos de alguna relación. Si Peña llegara a derrumbarse no puede culparse a los jóvenes anarquistas o a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

6. ¿Qué pasaría si renuncia Peña Nieto y todo su gabinete? Conocida la estructura de gobierno del PRI, sus estrechas alianzas con los grandes empresarios, con los medios de información y el cobijo que recibe del gobierno de los EEUU, las cosas continuarían igual de controladas; pero la clase dominante buscaría un gobierno fuerte que obligara a los poderes Legislativo y Judicial a imponer una especie de dictadura abierta que sometiera las protestas de descontento que parecen multiplicarse. Aquí parece estar el quid del asunto: cómo someter las protestas, manifestaciones y bloqueos, para que los empresarios –como los restauranteros y hoteleros reclamantes que protestan por sus pérdidas- aprovechen obtener ganancias en esta época de aguinaldos y fiestas navideñas. Las protestan empresariales se multiplican.

7. Los luchadores sociales tienen que estar muy atentos para evitar que nuevamente sean víctimas de represión y asesinatos por parte del Estado. A la población no le interesa que renuncie o no Peña Nieto porque de tomas maneras la estructura de poder seguirá intacta. El pueblo tiene que impulsar la mayor participación posible en las protestas a favor de los intereses de los explotados y oprimidos porque eso ayuda a desarrollar mejor la conciencia de clase social. Ningún gobierno es bueno si somete y oprime al pueblo; pero siempre –mediante las protestas y movilizaciones- hay que garantizar mayores márgenes de libertad y evitar leyes que pongan límites o reglas a nuestras batallas. Ningún gobierno podrá evitar que el pueblo luche por sus derechos y eso cualquier presidente debe saberlo. (11/XII/14)