martes, 2 de diciembre de 2014

diciembre 02, 2014
MILÁN, Italia, 2 de diciembre.- Francesco Schettino, el capitán del crucero Costa Concordia en el que perdieron la vida 32 personas tras el naufragio del barco frente a la costa de la isla italiana de Giglio, declaró este martes en el juicio en el que está acusado de homicidio múltiple, naufragio y abandono de la nave.

Schettino ha asegurado que la decisión de acercarse a la isla, que provocó la colisión de la nave con las rocas y su hundimiento, era algo que se realizaba de manera "frecuente" por motivos comerciales y ha señalado directamente a sus oficiales como responsables del naufragio por no haberle advertido del riesgo.

La acusación sostiene que Schettino realizó una operación, muy frecuente en este tipo de cruceros, que consiste en acercarse el máximo posible a la costa para 'saludar' a las ciudades por las que pasa el crucero, pero no calculó los riesgos. "No avisé a nadie porque no estaba prevista ninguna parada. La navegación cerca de la costa se ha hecho siempre. El comandante de la nave tiene la facultad de establecer la ruta y no tiene ninguna obligación de informar al armador", ha declarado el capitán ante el Tribunal de Grosseto, donde se está celebrando el juicio, y que ha sido trasladado para la ocasión al teatro de la ciudad. Schettino ha negado además que con esta maniobra pretendiera impresionar a Domnica Cermotan, su amante, que también se encontraba en el barco en el momento del naufragio.


El capitán del crucero naufragado, que se enfrenta a una pena de más de 20 años de prisión, ha asegurado que "la génesis del desastre fue una estupidez" y ha señalado directamente a sus oficiales como responsables del accidente por no advertirle del riesgo que existía de tocar tierra.


"O somos todos kamikaces, o tenían miedo de hablar, o un oficial me ha dicho una mentira", ha insistido. Durante el interrogatorio, Schettino también ha lanzado dardos contra la que fuera su compañía por permitir -a cambio de 70 euros- que los pasajeros subieran hasta el puente de mandos. El capitán ha asegurado que "se permiten una docena de pasajeros por vez, pero me traían 20 ó 30".


En el Costa Concordia viajaban más de cuatro mil personas, 32 de las cuales perdieron la vida tras chocar frente a unos escollos y hundirse frente a la costa de la isla italiana del Giglio. Schettino está siendo juzgado en solitario después de que los otros cinco acusados -Ciro Ambrosio, segundo oficial en el puente de mandos; Silvia Coronica, también oficial; Jacob Rusli Bin, timonel; Marrico Gianpedroni, director del hotel, y Roberto Ferrarini, coordinador de la unidad de crisis de Costa Concordia-- pactaran con la fiscalía penas que van desde un año y ocho meses hasta dos años de prisión. Para el excapitán del Costa Concordia la Fiscalía podría pedir hasta 22 años de cárcel. Está previsto que la sentencia final se conozca en enero. (El Mundo)