martes, 2 de diciembre de 2014

diciembre 02, 2014
WASHINGTON D.C., 2 de diciembre.- ¿Quién hubiera pensado que un licenciado en Historia Medieval de la Universidad de Harvard podía terminar al frente del Pentágono?

Este parece ser el caso de Ashton Carter, quien cuenta con altísimas chances de ser postulado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como el próximo secretario de Defensa, según dijeron fuentes del gobierno.

Carter, que además es físico y tiene una gran experiencia en el Pentágono, se convirtió en uno de los principales candidatos luego que otros se retiraron de toda consideración. Si Obama designa a Carter, y finalmente es confirmado, reemplazará a Chuck Hagel, quien renunció la semana pasada bajo presión de la Casa Blanca.


Cuando Carter asumió hace tres años como segundo del Pentágono, describió su papel como el "alter ego" de su jefe, el entonces secretario de Defensa, Leon Panetta, cuyo perfil público había recibido un impulso por su papel en el plan de la operación que mató a Osama bin Laden. Carter, una persona relativamente poco conocida en el escenario nacional, sería el cuarto jefe del Pentágono del presidente Obama.


Luego de que Chuck Hagel renunció repentinamente bajo presión de la Casa Blanca el 24 de noviembre tras menos de dos años en el cargo, el nombre de Carter fue uno de los que primero se manejó como posible sucesor.

Eso se debe fundamentalmente a sus credenciales académicas y en el gobierno, y a su reputación como una de las mentes más brillantes en la comunidad de seguridad nacional. Y porque opciones más obvias para reemplazar a Hagel, como el senador Jack Reed, demócrata por Rhode Island, y Michele Flournoy, ex ejecutiva del Pentágono, quien habría sido la primera mujer en ocupar el cargo, se alejaron del proceso de selección.

Si finalmente es nombrado al frente del Pentágono, Carter deberá hacer frente a varias crisis internacionales, como la batalla contra Estado Islámico en Irak y Siria, la problemática relación con Rusia y los talibanes que todavía resisten en Afganistán.

Carter tiene gran experiencia en materia de seguridad nacional. Previamente fue subsecretario de Defensa entre octubre de 2011 y diciembre de 2013, cuando estuvo encargado de las adquisiciones de tecnología y armas del Pentágono. Durante el gobierno del presidente Bill Clinton fue secretario adjunto de Defensa para política internacional de seguridad. Antes de eso, fue director del Centro de Asuntos Científicos e Internacionales de la Facultad John F. Kennedy de Gobierno de la Universidad de Harvard.

Sus credenciales académicas son excepcionales. Tiene una licenciatura en Física e Historia Medieval de la Universidad de Harvard y un doctorado en Física Teórica de la Universidad de Oxford, donde tuvo una beca Rhodes. Ha integrado las juntas asesoras de los Laboratorios Lincoln y el Laboratorio Draper del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y posee amplios conocimientos del funcionamiento interno del arsenal nuclear de Estados Unidos.

La visión de las prioridades de defensa de Carter parece ir bien con la agenda de Obama, como un mejor manejo de las alianzas de defensa en Asia y el Pacífico, así como más atención a la defensa cibernética y contrarrestar la proliferación de armas de destrucción masiva. En julio del 2013, en el Foro de Seguridad de Aspen, Carter dijo que el país estaba listo para dejar atrás las guerras en Irak y Afganistán y analizar con más cuidado amenazas futuras, como los ataques cibernéticos. Eso fue un mes antes que Obama anunciara el comienzo de una campaña de bombardeos aéreos contra el grupo Estado Islámico en Siria e Irak. (La Nación / AP / Reuters)