domingo, 14 de diciembre de 2014

diciembre 14, 2014
Pedro Echeverría V.

1. El almirante Vidal Francisco Soberón no habla pero cuando lo hace envenena el ambiente. Dice el jefe titular de la Marina que los pobres padres de los 43 jóvenes estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace dos meses y medio, “son manipulados” por grupos políticos y que a pesar del sacrificio del gobierno por investigar, informar y demostrar, “se le desacredita” por esos grupos de interés. No sé si el milico Soberón tenga hijos y si le han asesinado a alguno para saber lo que se siente cuando se llega a la casa y no se tiene información o la que le han dado no es creíble. ¿Qué tal es pensar que nuestro hijo vive, lo tienen escondido, y que de un momento a otro aparecerá por aquella puerta”?

2. En México hace ya muchas décadas que la población no confía (nunca ha confiado) en el gobierno; en todos los rincones del país se habla muy mal de él por ser sinónimo de corrupción, desfalco y saqueo. Me preguntan: entonces, ¿por qué cada tres o seis años sale la gente a votar? El voto se ha convertido en obligación, un compromiso, donde “sólo se pierden 10 minutos y pueden evitar dificultades tales como la inscripción del hijo, el derecho a la leche o para evitar las trabas en el trámite del pasaporte”; pero sólo vota alrededor de un 50 por ciento de los que tienen derecho a ello, a pesar de que se dilapidan muchos miles de millones de pesos en propaganda electoral y en campañas de partidos.

3. Los altos mandos militares en México y en el mundo son puntales de las fuerzas del Estado y tienen la obligación de defender al gobierno que los nombra titulares, les paga altísimos salarios y otorga privilegios. ¿Alguien podría pedirle y esperar que Soberón o al jefe del ejército mexicano sean analíticos y críticos de la situación que se vive en México? Desde hace 100 años (en 1914), que en los Tratados de Teoloyucan se instituyó el ejército federal nacional, la dependencia total de las fuerzas armadas al gobierno, ha sido total. Sólo en 1924, así como en 1927, un pequeño sector del ejército se rebeló, pero todo volvió a la calma. Lo que preocupa de las palabras del almirante Soberón es que sean un adelanto del fascismo.

4. Hace poco más de 50 años, Fidel Castro, líder de la revolución cubana decía para responder a los anticomunistas que los criticaban: “los revoluciones no se exportan, nacen por el hambre del pueblo”. Las ideas de liberación influyen, pero éstas –como dijo Neruda de la poesía- sólo son adoptadas por quienes las necesitan. ¿Puede haber alguna duda de que más del 70 por ciento de los pueblos del mundo –que vive en la pobreza, la miseria y la opresión- posee las condiciones para organizarse y escuchar las mil ideas que circulan en el mundo? Por ello los padres de los normalistas han respondido de inmediato: “no somos tontos para que nos manipules; luchamos por amor a nuestros hijos injustamente asesinados por el Estado”.

5. En México los medios de información, que tanto han necesitado este tipo de declaraciones para hacer propaganda contra las grandes protestas y manifestaciones que en el seno del pueblo se han desatado, no han parado de darle publicidad a esa declaración de Soberón porque les ha caído como anillo al dedo. ¿Quién le dijo al titular de la marina saltar a la palestra apareciendo como si fuera vocero del fascismo caliente? El mismo presidente Peña Nieto y el titular de la PGR han cuidado en parte su lenguaje en estas semanas para evitar que los movimientos que piden “que se vayan todos”, entre todos Peña Nieto, crezca mucho más. ¿Seguirá hablando Soberón en beneficio de los medios de información o será silenciado para no causas más líos?

6. Los próximos 19, 20 y 21 de diciembre, varios cientos de delegados maestros de la Coordinadora (La CNTE) celebraremos nuestro Congreso Nacional en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero. El objetivo es analizar y discutir los problemas de la educación nacional en el contexto internacional, así como la lucha magisterial y estudiantil de los últimos meses. Sólo falta que altos jefes militares, medios de información y articulistas al servicio del poder, digan ahora que la CNTE “busca manipular al pueblo de Guerrero realizando su congreso en el estado”. El Congreso Nacional pasado se desarrolló en la ciudad de Oaxaca y no dijo nada fuera de la acostumbrada propaganda que hacen los medios contra la CNTE.

7. La doctrina militar, por lo menos en México, es muy estricta. Soberón no actuó y dijo lo que dijo, por determinación propia. En los altos mandos del gobierno, desde la implantación del llamado “presidencialismo” –donde el “señor presidente” manda y ordena porque está por encima de los poderes legislativo y judicial—ningún alto funcionario viola reglas establecidas y entendidas; cuando lo hace es despedido. ¿O Soberón es la punta de lanza que anuncia el camino represivo que seguirá el gobierno? ¿O los milicos han comenzado a rebelarse contra la incapacidad represora del gobierno? No se sabe, pero hay que estar atentos ante estas contradicciones entre las fuerzas armadas y el gobierno que pueden expresarse en mayores asesinatos contra el pueblo. (11/XII/14)