lunes, 15 de diciembre de 2014

diciembre 15, 2014
ROMA, 14 de diciembre.- Al poco tiempo de la entrega del Premio Nobel de la Paz 2014 a Malala Yousefzai de Pakistán y Kailash Satyarthi de India, el Papa Francisco elogió a los premiados por sus esfuerzos por promover la paz. Sin embargo, decidió no reunirse con el Dalai Lama, que ganó el premio en 1989.

El Papa probablemente declinó reunirse con Tenzin Gyatso, el décimo cuarto Dalai Lama, para no complicar las relaciones del Vaticano con la República Popular de China.

Según una portavoz del líder espiritual tibetano, el Papa Francisco no se reunió con el Dalai Lama porque eso podría "crear problemas entre China y el Vaticano". Por su parte, el P. Federico Lombardi, jefe de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo que el Santo Padre “no se está reuniendo con ninguno de los premiados con el Nobel” pero “obviamente tiene una muy alta estima por el Dalai Lama”. (AFP)

El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, envió un mensaje a la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, señalando que el Papa Francisco está “profundamente agradecido por el compromiso de los participantes de la cumbre para promover la paz y la fraternidad entre los pueblos, y por sus esfuerzos por encontrar soluciones a los conflictos de nuestros tiempos”.


El Cardenal Parolin escribió que “el Papa Francisco reza para que todos los presentes puedan ser renovados y alentados en su trabajo urgente, y que sus labores puedan tener abundante cosecha de paz para el mundo”.

El miércoles, la activista pakistaní Malala Yousefzai, de 17 años, y el promotor de los derechos de los niños en India Kailash Satyarthi, recibieron e Premio Nobel de la Paz de este año en Oslo (Noruega). La cumbre mundial de premiados por el Nobel de la Paz está realizándose actualmente en Roma (Italia).

El Dalai Lama está participando en la cumbre, y pidió una reunión con el Papa. El P. Federico Lombardi, jefe de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, dijo que el Santo Padre “no se está reuniendo con ninguno de los premiados con el Nobel” pero “obviamente tiene una muy alta estima por el Dalai Lama”.

El líder del Budismo Tibetano ha vivido en el exilio de China continental desde 1959, y la decisión del Papa de no reunirse con él sugiere un deseo de no exacerbar las relaciones entre la Santa Sede y Pekín.

Con su sueño de ser el primer Papa en visitar China, el Papa Francisco ha buscado relaciones más cálidas con el país dirigido por Xi Jinping, que se convirtió en presidente al día siguiente de la elección de Francisco como Obispo de Roma.

Xi señaló que está abierto a un deshielo en las relaciones cuando él, el primer presidente chino en hacerlo, respondió por escrito al mensaje que el Papa Francisco le envió tras su elección.

Después de eso, por la primera vez en la historia, China permitió que un vuelo papal use su espacio aéreo en la ruta hacia Corea del Sur, que el Papa visitó del 13 al 18 de agosto de este año.

El Vaticano y China están en desacuerdo sobre la situación de la Iglesia en la República Popular.

La Iglesia está dividida entre la Asociación Patriótica, una organización oficial que responde al partido comunista del país, y una “Iglesia clandestina”, fiel al Papa, que es perseguida y cuyos nombramientos episcopales son frecuentemente no reconocidos por las autoridades chinas.

En la conferencia de prensa que sostuvo en su vuelo de regreso de Corea del Sur, el Papa Francisco expresó su deseo de visitar China, afirmando que iría allá “incluso mañana por la mañana”.

El Papa Francisco también mencionó la carta que Benedicto XVI envió en 2007 a los católicos en China, describiéndola como un “hito”.

La carta abrió un camino para el diálogo con las autoridades, aun manteniendo firmemente los principios de la autonomía pastoral de la Iglesia.  Tras su publicación, ha habido señales de deshielo entre la Santa Sede y Pekín, que llevaron a ordenaciones sacerdotales con la aprobación doble de Roma y Pekín.

Las relaciones, sin embargo, han fluctuado en el curso de los años, y ahora que aparentemente han llegado a una especie de fase de diálogo, la diplomacia del Vaticano está muy atenta a cualquier gesto que pueda distanciar a las dos partes otra vez.

Vale la pena anotar que el Dalai Lama tuvo su última reunión con un Papa en octubre de 2006, cuando se reunió con Benedicto XVI en una audiencia privada.

Entonces, Benedicto XVI envió una carta a los católicos en China en 2007, y las relaciones con China comenzaron a fluctuar.

El Dalai Lama estuvo de regreso en Roma en 2007 y 2009, y en ambas ocasiones buscó otra reunión. La Secretaría de Estado declinó los pedidos, presumiblemente por las mismas razones que no ha consentido esta vez. (aciprensa / EFE)