miércoles, 3 de diciembre de 2014

diciembre 03, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 3-XII-14

Cuando en esta columna revelé que el hijo del entonces gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, aparecía en un video con Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, el mandatario dio una entrevista para rechazar el asunto y puso a sus voceros formales e informales a atacar. Fue tajante: “se ha hablado mucho sobre el video o sobre algunas cuestiones de mi hijo, familiar; quiero decirles que en la familia no hay delincuentes”. 


A los pocos días se publicó la imagen de ese video y el todavía gobernador trató de engañar una vez más: declaró que si su hijo había sido grabado con La Tuta seguro era porque lo habían secuestrado.


Sus palabras textuales fueron: “en su momento fui informado que diversos empresarios y presidentes municipales habían sido obligados a reunirse con delincuentes, y en ese contexto fue en el que mi hijo me manifestó que había sido víctima de un levantamiento cuando yo me encontraba fuera del país por el tratamiento médico que es conocido por todos”.

He tenido la oportunidad de ver los ¡tres videos! que comparten Rodrigo Vallejo Mora, alias El Gerber, y Servando Gómez Martínez, alias La Tuta. No hay rastro alguno de sometimiento, secuestro, levantón ni victimización.

Incluso en la grabación más reveladora de las tres, Vallejo junior llega con ¡dos pistolas! a la reunión con el líder templario. Desenfunda la que llevaba calzada al cinturón y uno de los guaruras se acerca como para enseñarle una técnica para guardarla. Luego exhibe la segunda arma.

Las grabaciones de la Tutateca —las cinco mil horas de video que las autoridades incautaron al narco michoacano en una casa de seguridad en las afueras de Morelia— no son de buena calidad: la imagen se ve a lo lejos, borrosa, frecuentemente a contraluz, a veces fuera de foco y mal encuadrada, y con el audio muy bajo.

Para los peritos que las han analizado, seguramente fueron grabadas a distancia desde alguna tableta o computadora portátil. Y aunque en las transcripciones hay muchos fragmentos que resultan inaudibles, también se captan claramente frases que no dejan espacio a la duda.

En el video donde Vallejo Mora llega armado, La Tuta quiere dar por terminada en un par de ocasiones la reunión, y es el hijo del entonces gobernador quien lo anima a seguir platicando.

En otro momento de la conversación, Rodrigo Vallejo le relata que usó el C4 de Michoacán (el Centro de Comunicaciones, Cómputo, Control y Comando del gobierno del estado, desde donde se manejan las cámaras de video de toda la zona y se obtienen datos de inteligencia de sus habitantes) para seguir a un hombre que presuntamente le debía dinero.

El líder templario lo interrumpe y se ufana sugiriéndole que mejor, para la otra, le pase a él una foto del sujeto y su teléfono celular “y yo te lo localizo en 5 minutos”. Le desliza que incluso si lo quiere ejecutar, es cosa de que se lo pida.

Para la historia.

carlosloret@yahoo.com.mx