miércoles, 10 de diciembre de 2014

diciembre 10, 2014
Carlos Loret de Mola Álvarez / 10-XII-14

¿Cuántas reuniones? ¿Cuántos arreglos? ¿Cuántas amenazas? ¿Cuántas instrucciones? ¿Cuántos personajes de la vida pública?

Los mandos medios de la Procuraduría General de la República y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional han concluido ya la revisión de los videos incautados en una casa de seguridad a las afueras de Morelia a Servando Gómez Martínez La Tuta, líder del cártel de Los Caballeros Templarios. 


Sus jefes, embebidos unos en la tragedia de Ayotzinapa y otros en la persecución del conocido capo michoacano, no han más que revisado “por encimita” —me dicen dos fuentes de alto nivel— el gordo reporte que les hicieron llegar con la síntesis de los cómplices, rivales, políticos y sus familiares, empresarios, líderes sociales, ciudadanos en busca de justicia, comunicadores, que pasaron por las distintas salas de juntas donde se reunía con ellos el mediático jefe mafioso.


Las imágenes no son de buena calidad, pues están grabadas a lo lejos, muchas veces a contraluz, con cámaras que se presumen clandestinas, quizá desde una tableta o computadora personal. En muchos de los casos se reconoce a la persona con el contexto de la conversación, y eso tampoco resultó fácil a los peritos por la razón de la distancia entre el micrófono y el sitio donde hablaban.

Muchas de las transcripciones contienen advertencias de que resultaron inaudibles por fragmentos. Aunque son casi descripciones de escena, pues señalan momentos de entrada y salida de los personajes de la toma, atuendos, armas, características, personas a quienes se dirigen durante la charla, etcétera.

¿Qué van a hacer con ellos? Parece que exhibirlos todos ciertamente no. “No quedaría nadie en Michoacán”, explica informalmente una fuente para hacer notar la cantidad de personajes locales que figuran ahí.

Quizá menos en un momento de sucesión política, como es el caso de la elección para gobernador, presidentes municipales, diputados locales y federales que tiene en agenda ese estado para el 2015, y cuyo proceso ha arrancado descarnadamente.

Y aún menos si Michoacán no está en las primeras planas, acaparadas por el escándalo de indignación internacional a consecuencia de la tragedia por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Ni siquiera jaló la atención el proceso judicial que anunció el comisionado Alfredo Castillo contra colaboradores cercanísimos a los ex gobernadores perredistas Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy.

Tal vez la única noticia que quisiera el gobierno emanara de esa entidad es la captura de Servando Gómez Martínez La Tuta. Siguen diciendo que “ya casi”. El “ya casi” lleva como medio año.

SACIAMORBOS. El verdadero gobernador de Michoacán no es el gobernador de Michoacán, eso ya lo sabemos. El verdadero gobernador del estado de al lado es el que era jefe del actual.

carlosloret@yahoo.com.mx