sábado, 15 de noviembre de 2014

noviembre 15, 2014
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas, 15 de noviembre.- Padres de familia de los 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos el 26 de septiembre pidieron al presidente Enrique Peña Nieto que les diga “si puede o no buscarlos; si no, para que nosotros tomemos en nuestras manos la búsqueda, pues ya transcurrieron 50 días y no hay noticias de ellos”.

Durante un mitin en esta ciudad, uno de los padres de familia que junto con varios estudiantes llegaron a Chiapas ayer en una caravana de cuatro autobuses, afirmó que “nosotros presentimos que los muchachos están con vida y los estamos esperando en la Normal”.


Por ello, abundó, “desde San Cristóbal de Las Casas los padres de familia le hacemos un llamado a Enrique Peña Nieto para que nos diga claramente si puede buscarlos o no; si no, para tomar la lucha por nuestra propia mano”.


Agregó que “ya pasaron 50 días y no nos dicen dónde están los desaparecidos. Nos dicen que están muertos, hechos cenizas; pero lo hacen para que dejemos el movimiento y dejemos de luchar, porque al gobierno no le conviene que andemos alborotando a la gente, les preocupa el apoyo que nos dan”.

El padre de familia, cuyo nombre no fue dado a conocer, manifestó que “si fueran sus hijos, los gobernantes no saldrían a buscarlos porque son gente de dinero y políticos poderosos, lo que harían es tomar todas las fuerzas y los encontrarían de inmediato; pero a nosotros nos dan atole con el dedo”.

En seguida surgió el grito de “no están solos, no están solos” de entre las más de tres mil personas que se concentraron en la Plaza Catedral  la noche de ayer.

El campesino continuó: “El procurador (Jesús) Murillo Karam dice que tienen más de 10 mil elementos en la búsqueda, pero nos preguntamos: ¿De qué nos sirve si nomás se la pasan caminando en las calles de Iguala? Así, dudamos que los puedan encontrar. Nosotros presentimos que los muchachos están con vida y los estamos esperando”.

Antes, una mujer dijo: “Yo soy la madre de un niño de los 43 desaparecidos y estoy encabronada con las declaraciones del gobierno porque sé que mi hijo está vivo. Ellos hablan por hablar porque no tienen prueba y no están haciendo bien la búsqueda; tal parece que están tratando de evitar que uno los encuentre”.

Sostuvo que “desde el principio, el gobierno quiso entregarnos a nuestros (hijos) muertos, pero si eso le desean a los hijos de los otros, los quemados o muertos serán los hijos de ellos, y si no pueden (encontrarlos) que lo digan, porque estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Iremos nosotros mismos a buscar a nuestros hijos; pero que ellos no nos desarmen, porque es lo que están haciendo, atravesándose para evitar que nosotros entremos”.

Un estudiante de la Normal de Ayotzinapa que también tomó la palabra manifestó que es necesario “organizar un movimiento desde abajo, como lo hicieron los compañeros zapatistas en 1994, para remover estas estructuras del gobierno mexicano y, precisamente, por eso empezamos esta caravana en el sur” del país.

“Empezamos esta caravana en este territorio para dejarle claro nuestro mensaje de rabia y de dignidad a los gobernantes y decirles que ya basta de tanta injusticia, promesas y tanta mierda; ya basta de gobiernos legales, queremos gobiernos legítimos en los cuales confiar”, aseveró.

“El viaje que hemos realizado hasta este lugar es para tratar de darle un mensaje al Estado mexicano y a todas sus instituciones corruptas: que ya no creemos en ellos, que definitivamente como normal de Ayotzinapa, como estudiantes y sectores populares a nivel nacional ya no creemos en las instituciones del Estado ni en esa forma de gobierno que deja en la impunidad acontecimientos como los ocurridos el 26 de septiembre en Iguala”, agregó.

Los padres de familia y los normalistas guerrerense partieron esta mañana hacia el Caracol ubicado en la comunidad de Oventic para reunirse con mandos zapatistas y a las 18.30 horas tienen programado dar una conferencia de prensa en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. (La Jornada)