sábado, 22 de noviembre de 2014

noviembre 22, 2014
YAKARTA, Indonesia, 22 de noviembre.- "Que Alá todopoderoso me ayude en esta misión y libere a Palestina, por favor, por favor, libere a Palestina y al pueblo sirio", dijo llorando Fatma Ben Guefrache, la ganadora  de "Miss Muslimah" al recibir el premio, que incluye un reloj de oro y un viaje a La Meca.

Las 18 finalistas desfilaron con velo y vestidos brillantes en Prambanan, un conjunto de templos hindúes del siglo IX que forman parte del patrimonio mundial de la Unesco.

En el concurso las 18 participantes tuvieron que demostrar su conocimiento del Corán, además de su visión del Islam en el mundo moderno.

La especialista en informática Fatma Ben Guefrache, de 25 años, obtuvo el título en Indonesia. (AFP)

"Queremos asegurarnos de que comprenden todo el modo de vida islámico, desde lo que ellas comen hasta lo que visten, pasando por la manera en que viven su vida", explicó Jameya Sheriff, una de las organizadoras.

En 2013, la tercera edición del concurso, considerado una réplica a los concursos de belleza occidentales, tuvo repercusión mundial porque ese mismo año se celebraba en Bali la final de Miss Mundo, considerado por varios grupos islamistas indonesios como un "concurso de prostitutas".
En este concurso no sólo se valora la belleza exterior, sino que las mujeres son valoradas también por su inteligencia, su devoción y su implicación social. (AFP)

Las concursantes desfilaron con velo y se evaluó su conocimiento del Islam. (ansa)

Organiza este concurso la fundación Miss Musulmana, que quiere reforzar la seguridad en sí mismas de las mujeres musulmanas. (AFP)

En el certamen, las mujeres deben cubrir su cabello según la tradición musulmana y su cuerpo está completamente cubierto de cabeza a los pies. No se ven ni las muñecas de las manos. (AFP)


Fatma Ben Guefrech dijo que entre sus pasatiempos figuraban la meditación y la lectura del Corán. (AFP)

Los concursos de misses son muy populares en algunos países pero levantan ampollas entre las feministas, que los acusan de transmitir una imagen conservadora de la mujer, con sus desfiles de jóvenes en trajes de baño o vestidos de princesa.

Dina Torkia, candidata del Reino Unido, dijo que quería que la edición 2014 de Miss Musulmana se desmarque de este tipo de certamen, y de paso permita acabar con los prejuicios sobre el Islam.

"Creo que lo más importante es mostrar que somos jóvenes realmente normales, no estamos casadas con terroristas. El velo que llevo en la cabeza no atemoriza", afirmó la postulante británica.

El certamen 2014 no transcurrió entre algodones. Siete finalistas tiraron la toalla, a menudo por las reticencias de sus familiares a que viajaran solas. Otras tuvieron que lidiar con las dificultades de obtener un visado.

La candidata india perdió un vuelo porque las autoridades aeroportuarias quisieron interrogarla al ver que viajaba sola pese a llevar velo, contó Sheriff.

Algunas de las 18 candidatas, que tienen entre 18 y 27 años, tuvieron que hacer elecciones personales para poder participar. La singapurense Masturah Binte Jamil, por ejemplo, dimitió de su puesto de profesora, porque no le daban vacaciones para viajar a Indonesia.

Las jóvenes candidatas tuvieron que responder a preguntas en Internet y asistir durante 15 días a una serie de eventos, como visitas a orfanatos, a centros médicos o a lugares culturales.

Torkia se mostró un poco decepcionada. "Quise participar con la esperanza de profundizar mi fe, pero por el momento esto tiene más que ver con promoción, con medios de comunicación y con estar guapa", lamentó. (infobae)