domingo, 23 de noviembre de 2014

noviembre 23, 2014
Cosme Andrade Sánchez, Padre Archimandrita de la Iglesia Católica Ortodoxa

En esta noche bendita, en plena convivencia, todos los que hoy, por razones no imaginadas y con ideologías diferentes, pero al fin y al cabo cristianos, yucatecos y muy mexicanos, nos encontramos participando en esta CENA DE LA FRATERNIDAD, porque no fue nuestra buena voluntad la que se ha impuesto, sino que Dios, nuestro Padre es quien lo ha dispuesto. Es por ello que les doy la más cálida y cordial bienvenida, a la vez que los invito a que, en primer lugar, le agradezcamos a Dios, por estar departiendo y compartiendo como hermanos en Cristo, porque a Él sea toda honra, gloria, honor y adoración.

Discurso del Padre Cosme durante la posada, celebrada ayer en la ex hacienda Santa Gertrudis Copó (foto: JMRM)

Agradecemos, también, a Nuestro amado Sayedna Antonio Chedraoui Tannoús, por su grata presencia de Padre y Pastor, por quien elevamos nuestras oraciones para que el Señor lo conserve salvo, sano, lleno de la gracia divina para que predique incansablemente La Palabra de vida hasta el momento de la llamada impostergable del Padre celestial.

Agradecemos al C. Gobernador Constitucional de nuestro estado de Yucatán, el Lic. Don Rolando Rodrigo Zapata Bello y a su distinguida esposa, la Señora Sarita Plancarte de Zapata, por darle ese toque de sorpresa a esta CENA DE LA FRATERNIDAD. Esto, Señor Gobernador, nos hace más sensibles y nos motiva a estar en más estrecha amistad con ustedes nuestros gobernantes, porque la gran verdad es que Dios les ha permitido llegar al poder a fin de servir a nuestro bello e inigualable estado de Yucatán. ¡Que sea el Señor quien lo bendiga, lo ilumine, lo prospere, lo preserve de todo mal y le conceda su gracia, su favor, su luz y su sabiduría para que su gestión administrativa merezca pasar a la historia y, además, ser inscrito en el Libro de la Vida de los bienaventurados que olvidándose de sí mismos, ofrendaron su propia vida por el bienestar de su amado pueblo!

Agradecemos al excelentísimo y reverendísimo Arzobispo de Yucatán, Monseñor Carlos Emilio Berlié Belauzarán, dignamente representado en esta noche por el R. P. Ciro Betancourt, porque su grata presencia en estas tradicionales cenas ortodoxas, que se anticipan a la navidad, es un ejemplo de buena voluntad y unidad en Cristo. ¡Que el Señor lo conserve por muchos años para el bien de la gran comunidad católica del arzobispado de Yucatán!

Agradecemos a los funcionarios del gabinete gubernamental, a los secretarios de estado, a los senadores federales, a los diputados federales, al muy querido Pepe Blanco Pajón, director de la CONAGUA del estado de Quintana Roo, a los señores diputados de nuestro estado que nos han honrado con su grata presencia, a las autoridades municipales, dignamente representadas; a los altos líderes nacionales, garantizándoles que a diario se ora por todos nuestros gobernantes civiles y por las fuerzas del orden público, para que Dios se manifieste magnánimo y generoso con nuestro amado pueblo yucateco-mexicano. 

Agradecemos al muy honorable Cónsul del Líbano en la Península de Yucatán, don Roberto Abraham Mafud, por su destacada labor a favor de nuestra Comunidad Católica-ortodoxa de Mérida.

Agradecemos a los que han sobresalido por su valiosa colaboración y se han hecho merecedores del galardón de este año 2014, porque son un verdadero ejemplo a seguir en altruismo y generosidad, que nos dicen con sus hechos el gran amor que tienen para compartir con todos nosotros, un poquito de lo mucho que de Dios han recibido: El Senador por el Estado de Puebla C. Ricardo Arzúa Rodríguez, El C. Antonio Dib Echalaz y el C. Eduardo Kuri Ortiz. 

Aunque en la ausencia, manifiesto nuestra especial gratitud a otro miembro de nuestro equipo de trabajo, que gracias a sus sueños se vio cristalizado este bellísimo acontecer de nuestras Tradicionales Cenas prenavideñas Ortodoxas: Don David Heredia Montañez. 

Agradecemos a todos ustedes mis hermanos, los muy reverendos pastores evangélicos: Orlando Castro Pacheco, Antonio Franco Gómez, Miguel Pérez, Gabriel Gardoni Valencia y Pablo Estrella Ek, que nos motivan con su entusiasta labor predicando el Evangelio liberador en armonía con todos los que convivimos en este polícromo mosaico yucateco, convenciéndonos cada día más y más de la imperiosa necesidad de ser UNO EN CRISTO.

Agradecemos a los grandes artistas de la música que nos deleitan con lo más florido de su repertorio y oramos para que surjan de entre ustedes los grandes genios del presente que llenos de pasión, dejen huella indeleble para el porvenir. 

Finalmente, vaya nuestra gratitud a todos ustedes mis hermanas y hermanos aquí reunidos, porque sin ustedes, estos momentos de fe, de esperanza, de amor y de paz, no hubieran hecho de esta noche algo inédito y desbordante de alegría con una anticipada euforia navideña. 

Ahora solo me resta darles la más cordial bienvenida y desearles de todo corazón en nombre de nuestra Comunidad Ortodoxa y a título personal, ¡que la presente alegría sea el preámbulo del avistamiento de muchísimos renacimientos en el espíritu, que nos preparen para finalizar el presente año con la alegría de los exitosos que le apuestan a México y oran para que como cristianos apoyemos a nuestras autoridades e instituciones para que prevalezca la paz y la concordia, que constituyen la base fundamental del estado de derecho para todos los que amamos con el alma a nuestro México. ¡Hagamos un acto de fe en Dios y en nuestra muy amada patria mexicana y oremos en la certeza de que Dios nos hará ver dentro de poco tiempo a un México más cristiano, más unido, más seguro y más próspero! Digamos desde lo más profundo de nuestro corazón: ¡Grandiosa Patria mexicana! Creo en ti, en tus instituciones, en la bendita libertad de los hijos de Dios y en la certeza de que Dios, hizo un soldado en cada uno de tus hijos!