domingo, 30 de noviembre de 2014

noviembre 30, 2014
ESTAMBUL, Turquía, 30 de noviembre.- Es necesaria una «mayor convergencia internacional» que remueva «las causas» de las «intolerables» condiciones degradantes en las que viven los prófugos. Lo dijo Papa Francisco al reunirse con un centenar de jóvenes, sobre todo niños, cristianos y musulmanes, que reciben la ayuda de los salesianos y de la Cáritas de Estambul; se trata de los hijos de las familias de prófugos que se encuentran en Turquía.

«Deseaba mucho este encuentro con ustedes, que vienen de Turquía, de Siria, de Irak, de varios países del Medio Oriente y de África. Quería reunirme también con otros refugiados, pero no fue posible», dijo Jorge Mario Bergoglio, que se veía cansado y conmovido. El encuentro se llevó a cabo en la Catedral del Espíritu Santo.

Fue el último encuentro oficial de los tres días que duró el viaje apostólico en Turquía, y se anticipó algunos minutos para que el Pontífice pudiera dirigirse sin retrasos al aeropuerto de Estambul, en donde alrededor de las 17 (hora local) despegaría hacia Roma. 

Antes del encuentro con refugiados, el papa Francisco y el líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo exigieron el domingo el fin de la persecución violenta a cristianos en Siria e Irak y realizaron un llamado al diálogo con musulmanes, sellando la visita de tres días de Francisco a Turquía con una muestra de unidad. (fotos lapresse)

Francisco y el Patriarca Ecuménico Bartolomé I emitieron un comunicado conjunto instando a líderes en la región a intensificar la ayuda a víctimas del grupo Estado Islámico y especialmente permitir a los cristianos que han tenido una presencia de 2000 años en la región a permanecer en sus tierras natales.

Francisco inició su último día en Turquía con una liturgia junto con el patriarca Bartolomé I en la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, llena de cánticos e incienso.

Turquía está albergando actualmente aproximadamente a 1.6 millones de refugiados que se vieron obligados a huir de sus casas debido al grupo Estado Islámico, el cual se ha apoderado de trozos de territorio en las vecinas Siria e Irak.
 
Bartolomé afirmó que los cristianos están siendo perseguidos en todo Medio Oriente sin importar su creencia religiosa particular, una referencia a los ataques del grupo Estado Islámico a minorías religiosas en Siria e Irak.

"Los martirizadores modernos de cristianos no preguntan a qué Iglesia pertenecen sus víctimas", enfatizó el Patriarca. "La unidad que nos concierne ya está lamentablemente ocurriendo en ciertas regiones del mundo a través de la sangre de mártires".

"La terrible situación de los cristianos y todos aquellos que están sufriendo en Medio Oriente requiere no sólo nuestras oraciones constantes, sino también una respuesta apropiada por parte de la comunidad internacional", escribieron el Papa y el Patriarca.

También se dio una escapada para visitar al Patriarca armeno ortodoxo de Constantinopla, Mesrob Mutafian, que se encuentra en estado de de coma en el hospital armeno San Salvador. Esta mañana, antes de la divina liturgia con el Patriarca ecuménico Bartolomeo, el Papa se había reunido con el gran rabino de Turquía, Isak Haleva.

La difícil situación en la «que viven estos muchachos», dijo el Pontífice argentino en el encuentro con los jóvenes, «es la triste consecuencia de conflictos exasperados y de la guerra, que siempre es un mal y no representa nunca la solución de los problemas, sino que crea otros. Los prófugos, como ustedes, viven a menudo privaciones (a veces por largos periodos): de bienes primarios, de una vivienda digna, de la asistencia sanitaria, de la educación, del trabajo. Tuvieron que abandonar no solo las realidades materiales, sino sobre todo la libertad, la cercanía con sus familiares, su ambiente vital y las tradiciones culturales. ¡Las condiciones degradantes en las que muchos prófugos deben vivir son intolerables! Por ello hay que hacer todos los esfuerzos para remover las causas de esta realidad. Lanzo un llamado –insistió el Papa– para una mayor convergencia internacional que resuelva los conflictos que ensangrientan sus tierras de origen, que contraste las causas que empujan a las personas a abandonar su patria y que promueva las condiciones para que puedan volver o permanecer. Animo a todos los que están actuando generosa y lealmente por la justicia y la paz a no perder el ánimo. ¡Me dirijo a los líderes políticos, para que tomen en cuenta que la gran mayoría de sus poblaciones aspira a la paz, aunque a veces no tengan la fuerza ni la voz para pedirla!». El Papa agradeció a las organizaciones católicas comprometidas en la asistencia a los prófugos y expresó «vivo reconocimiento» a las autoridades turcas por el trabajo con los refugiados turcos, sirios e iraquíes: «Espero que no falte el apoyo necesario también de la comunidad internacional».

«Queridos jóvenes, no se desanimen. Es fácil decirlo, pero hagan un esfuerzo y no se desanimen», dijo el Papa. «Por mi parte, con toda la Iglesia, seguiré dirigiéndome con confianza al Señor, pidiéndole que inspire a los que ocupan roles de responsabilidad, para que promuevan la justicia, la seguridad y la paz sin titubeos y de manera verdaderamente concreta. Mediante sus organizaciones sociales y caritativas, la Iglesia seguirá a su lado y seguirá sosteniendo su causa ante el mundo». Al final del encuentro, una chica saludó al Papa a nombre del grupo, y recordó las dramáticas situaciones de las que huyeron todos estos jóvenes. (Vatican Insider / La Repubblica / AP)