sábado, 1 de noviembre de 2014

noviembre 01, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 1 de noviembre.- El pasado mes de octubre, Libertad de Expresión Yucatán recibió un correo donde se acusaba al Dr. Julio César Torres Romero, maestro de la Facultad de Química de la UADY, de maltratar a sus alumnos.



Dicho mensaje se reprodujo junto con los comentarios en favor del profesor, que es preciso subrayar fueron muchos y fueron incluidos para dar una visión completa y objetiva del asunto.

El día de ayer recibimos el siguiente correo, que reproducimos íntegramente con las debidas reservas:

Terror en la Facultad de Química de la UADY.

En días pasados me llegó de parte de un colega una nota que hacía referencia a un Profesor de la Facultad de Química de la UADY, el Dr. Julio Cesar Torres Romero, a lo cual tengo que decir que todo lo expresado por aquellos estudiantes inconformes es totalmente cierto, y prueba soy yo que tuvo la desgracia de haber tenido como maestro a esta persona nula de ética y de mucho menos gusto por la docencia, es triste ver como la historia de terror que yo viví junto a mis demás compañeros se siga repitiendo hasta estas fechas, ya que efectivamente muchos alumnos de mi generación le tuvimos miedo, y si en ese momento no dijimos nada no fue porque no quisiéramos sino más bien porque en ese entonces la antigua administración nos tenía aplicada la ley mordaza a más no poder.

Me es muy preocupante saber que estas cosas aún sucedan en la facultad y con la misma persona, y eso que yo egresé desde hace ya varios años, cosas tales como de inventar excusas para no otorgar los puntos completos de las tareas, gritar de manera sarcástica en las revisiones de exámenes parciales y ordinarios, favoritismo desmedido hacia sus ciertos alumnos para ensalzar sus respuestas (ya que ellos se convertirían en futuros títeres), dar “preferencia” a las alumnas , jugar con los puntos para brincar los famosos “candados” y poniendo al final calificaciones bajas, pero sobre todo infundir un miedo terrorífico entre aquellos alumnos pasivos o introvertidos, y curiosamente en varios comentarios mencionan que lo que había en esa nota era una difamación, seguramente para quedar bien con él, pero difamar es decir mentiras sobre alguien y lo que ahí dicen es exactamente lo que pasaba en clases en mi grupo, así que dudaría de la credibilidad de quienes contestaron y de su futura ética profesional como químicos.

De verdad espero que por el bien de la facultad pero sobre todo de la Universidad las autoridades tomen en cuenta estas palabras e investiguen si todo lo que se ha dicho es verdad o no, en mi caso yo no tengo nada que perder a diferencia de aquellos estudiantes que hasta que no egresen estarán a merced de esta persona, por lo que si este profesor tuviera algo que reclamarme en cuanto a este escrito estaré en la mejor disposición para lo que se le ofrezca, a ver si de frente es capaz de desmentirme, ya que gracias a él he comprendido aquel refrán que dice: “El vivo vive mientras el tonto quiere”.

Atentamente:

QFB. José Manuel Pérez García
jmanuelp.qfb@gmail.com