lunes, 20 de octubre de 2014

octubre 20, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 20 de octubre.- El día de hoy, Libertad de Expresión Yucatán recibió el siguiente escrito relativo al proceso de elección del próximo Rector de la UADY.

Los comentarios aquí expresados son responsabilidad de su autor o autores. Nosotros nos limitamos a reproducirlo íntegramente, ya que somos un espacio abierto al diálogo y la crítica donde se da prioridad siempre a la libre expresión:

Señor Repetto,

Somos trabajadores del edificio central que hemos sido coaccionados por el Sr. José Williams, quien abusando de su puesto nos ha “invitado” a realizar tareas relacionadas con su campaña hacia la rectoría. Tanto en horas de trabajo, como fuera de nuestros horarios regulares, sin haber recibido remuneración alguna o tan siquiera las gracias, hemos tenido que acceder a su petición bajo la amenaza de perder nuestros trabajo quienes ya lo tenemos, o de no basificar a quienes estamos por contrato.

Por obvias razones, tenemos que guardar el anonimato, pero estamos seguros que la nota que hemos redactado será de interés para usted, pero más aún para los universitarios de la UADY.


Williams: ¡Me avergüenzo de ser veterinario!

En nota publicada en el Diario de Yucatán este lunes 20 de noviembre José Williams declara que “Ser veterinario simplemente fue un punto de inicio de mi carrera educativa. Me he reconvertido y me dedicado a un área que me apasiona…”.

Tal declaración debería alarmar a los universitarios de la UADY, particularmente viniendo de alguien que aspira a ser rector de la misma. ¿Tan mala fue su formación como veterinario que ahora se arrepiente de serlo? ¿Será que por ello nunca ha ejercido tal profesión? ¿O acaso quiere romper todo vínculo con el actual rector Dájer y con el anterior Godoy, ambos veterinarios, por el estigma y mala fama que estos tienen, que él comparte con ellos? Los entendidos de la política universitaria mencionan que, al no estar funcionando su discurso de campaña, pues no convence a nadie, se quiere presentar con una nueva piel, la de cordero, tratando de desligarse de su negro pasado. Se le olvida al señor Williams que: ¡Aunque la mona se vista de seda, mona se queda!

Su trayectoria como estudiante, académico y directivo, de la que daremos cuenta en otro comunicado, ha sido tramposa, ventajista, mezquina, plagada de prepotencia, por decir lo menos. Durante las últimas semanas se ha esmerado en sacar a relucir todas esas “lindezas” que reflejan su verdadera personalidad. Compartimos con ustedes algunas de ellas.

El Sr. Williams ha utilizado de manera amoral, y falto de toda ética profesional, recursos y empleados de la UADY para provecho personal, desde que lo nombraron director general de Desarrollo Académico. Su descaro y desfachatez se han evidenciado aún más en las últimas semanas. En todas las presentaciones de su propuesta, realizadas en las Facultades de la UADY y otros foros, se ha “apoyado” en compañeros adscritos a la Rectoría y la Coordinación General de Docencia, a cargo del propio Williams.



Los compañeros Ramos y Dzib son empleados de la UADY, no del Sr. Williams, quien no sólo los ha estado llevando a las Facultades para que operen la computadora sino que son quienes elaboraron su presentación, pues su capacidad en el uso de TICs es sumamente limitada.

También, durante los últimos meses hemos sido testigos, con coraje e impotencia, de cómo los compañeros que laboran en la Dirección General de Desarrollo Académico han sido literalmente sacados a las tres de la tarde del tercer piso del edificio central de la UADY, para ceder las instalaciones a personal de la Coordinación Institucional de Planeación y Desarrollo, a cargo del incondicional operador, el MVZ Juan de Dios Pérez Alayón, para trabajar en la campaña de Williams.

El rector Dájer dijo que no iba a intervenir en el proceso para elegir a quien ocupará el cargo de rector del 2015 al 2018. ¿Cómo quiere que le creamos si pone a disposición del Sr. Williams no sólo a uno que otro empleado de la UADY sino a toda una coordinación con decenas de empleados, todos ellos pagados con recursos de la propia Universidad? Si tuviese un poco de vergüenza debería renunciar.

El cuartel de guerra de Williams (el tercer piso de la UADY) también ha servido como “centro de adoctrinamiento” para algunos integrantes del Consejo Universitario. En diversas ocasiones hemos visto que algunos de ellos han sido citados a partir de las cinco de la tarde para “convencerlos” de que el candidato del rector Dájer es Williams. No sabemos a ciencia cierta qué tanto les habrán dicho u ofrecido en esas sesiones de “terapia”, pero por las caras que han tenido al salir no creemos que haya sido nada bueno. ¿Amenazas, cargos en la administración central, presentes de alto valor económico? Sólo ellos, y los “terapistas” sabrán.


¡Compañeros universitarios!, ¿es éste el personaje que queremos para que conduzca a la UADY durante los próximos cuatro años? ¿Un individuo que no sólo reniega y se avergüenza de su profesión sino que no tiene escrúpulos y abusa del poder que tiene en su cargo? Esperemos que los 51 integrantes del Consejo Universitario le demuestren que en la UADY ya estamos hartos del autoritarismo que ha caracterizado a las dos últimas administraciones. Recuerden señores: ¡Aunque la mona se vista de seda, mona se queda!