ALGUNAS CEJAS y una que otra comezón levantó la actuación del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, entre sus compañeros del gabinete presidencial, por haber dialogado en público hace unos días con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, a quienes ofreció resolver en 30 minutos el problema del cambio del reglamento y el destino de la directora de la institución, Yoloxóchitl Bustamante, quien —no tenga usted duda— presentó su renuncia desde el martes. ¿La puerta que abrió don Miguel Ángel será siempre la misma para todos los movimientos inconformes? ¿A poco va a salir a atender en la calle a otros líderes?, se preguntan en algunas zonas del gobierno federal. En fin, un poco de urticaria no viene mal al gabinete y hoy viene la segunda reunión del secretario con los estudiantes, nos comentan.
UNA BUENA NOTA ganó el gobierno del DF con las negociaciones previas a la marcha del 2 de octubre. Aunque se temía que los sucesos de informidad en días pasados en el IPN pudieran ser aprovechados para generar desmanes, la manifestación culminó con saldo blanco, nos explican, gracias a los acuerdos del gobierno de Miguel Ángel Mancera con varios convocantes. La cereza en el pastel fue que por primera vez la movilización del 2 de octubre no fue escoltada por policías. Para una marcha con tanto potencial de disturbios, y con la participación de varios miles de personas, el hecho de que algunos vidrios se rompieran y que unos pocos comercios fueran objeto del vandalismo de grupos externos a los manifestantes, puede ser calificado como un dato menor.
AUNQUE TODOS los dedos apuntan a la virtual ex directora del IPN, Yoloxóchitl Bustamante, de un ineficiente desempeño que acabó por crear a “buena hora” un movimiento estudiantil y un conflicto político, existe otro funcionario que ve caer la tormenta sobre doña Yolo y ni se ha salpicado. El subsecretario de Educación Superior de la SEP, Fernando Serrano Migallón, ha brillado por su ausencia en la atención del conflicto. Don Fernando, nos dicen, no hizo nada por prevenir o contener el problema. Tiene habilidades para las relaciones públicas pero muchos defectos para la operación. Bustamante cayó, ¿Serrano aguantará?
MUY SOCORRIDO entre los partidos se ha convertido el “lo vamos a expulsar ipso facto”, cuando hay algún líder o militante que los pone incómodos o en aprietos por sus conductas o relaciones peligrosas. Tres casos recientes: el ex dirigente del PRI-DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, señalado de contratar chicas con fines sexuales; el alcalde del PRD en Iguala, José Luis Abarca, que “no estaba enterado” de la balacera y del asesinato de normalistas del pasado viernes; y el empresario queretano y militante del partido Verde, Germán Goyeneche Ortega, supuesto operador financiero de Héctor Beltrán Leyva, El H. De distintos colores partidistas y todos salen con el “ay, nanita, los vamos a correr”. Y, después, nada ocurre.
LAS FUERZAS del PRI en Sonora están listas para aprovechar el desastre político y ambiental que persigue al gobernador panista de Sonora Guillermo Padrés y trabajan en una estrategia que les permita recuperar la gubernatura del estado. El principal promotor de esta misión es el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, a quien se le ve muy seguido por su tierra natal, donde anda “ajustando tuercas” para que el priísmo regrese a esa tierra que él gobernó de 1991 a 1997 y que en 2009, bajo la gubernatura de Eduardo Bours, se perdió ante Acción Nacional, nos comentan.
