lunes, 27 de octubre de 2014

octubre 27, 2014
MÉRIDA, Yucatán, 27 de octubre.- Esta mañana, Libertad de Expresión Yucatán recibió el siguiente escrito, que se reproduce íntegramente:


A quien corresponda:

Buenas noche/buenos días, mi nombre el Alberto Pérez Medina y he seguido con atención las publicaciones de Libertad de Expresión sobre la UADY. Soy médico veterinario y tengo una amistad muy cercana con los profesores y el resto del personal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

El motivo de escribirle es para hacerle llegar información que puede ser de utilidad para un medio como el suyo, interesado en dar a conocer los pormenores de un importante evento, como lo es la elección del próximo rector de la UADY.

Lo que ha estado sucediendo en la UADY desde hace varios años se asemeja a la película de moda en los cines "La Dictadura Perfecta", y me atrevería a llamarle "La Dictadura Perfecta en la UADY". Y me refiero a la forma de actuar de quienes vienen dirigiendo a la UADY desde hace 16 años, cuando llega a la rectoría el primer MVZ, Raúl Godoy Montañez.

Curiosamente, Godoy llega a la rectoría precedido de una historia democrática en la FMVZ, cuando contra viento y marea, y con el apoyo de la gran mayoría de los profesores de dicha facultad, logra llegar a la dirección derrotando al entonces favorito y candidato oficial Mario Gómez, entonces Secretario Académico.

Posteriormente, de manera similar y gracias al buen trabajo realizado como director, logra la rectoría y da inicio a una pretendida dinastía veterinaria al frente de la UADY.

Lamentablemente, en tanto Godoy llega al más alto nivel dentro de la UADY como producto de la democracia, con su llegada ésta (la democracia) deja de existir y asume un papel de "dictador" al empezar a imponer directores y consejeros maestros, e invertía muy buen dinero en los consejeros alumnos de manera que el Consejo Universitario se convirtió en una simple oficina para dar trámite a los deseos del nuevo dictador, y por ningún motivo permitió alguna señal democrática en el mismo, lo que le permitió poner las bases para, no solo imponer a su sucesor, el MVZ Alfredo Dájer, sino que modificó los reglamentos para tener el control total de los maestros.

Alfredo Dájer, con más cambios al Reglamento de Personal Académico, puso los últimos clavos a la libertad de cátedra, impuso comisiones de promoción y permanencia, dictaminadoras y la Académica, de manera que al día de hoy, a quien se oponga a los designios reales del rector, se le aplica las cláusulas de permanencia a través de las comisiones correspondientes (los sicarios del rector) y si éstos se atreven a desafiar la orden, el reglamento le da todo el poder al rector para sancionar a los miembros de las comisiones de promoción y permanencia, en otras palabras, cuando el rector decida sancionar a algún profesor, lo podrá hacer "legalmente" aplicando los reglamentos que la máxima autoridad de la UADY, el Consejo Universitario, tan amablemente le ha aprobado.

Esto ha hecho que en la actualidad, difícilmente algún maestro se atreve a cuestionar las órdenes del actual jeque y tiene en el hoy candidato a la rectoría, otro MVZ, José Williams, a su principal brazo ejecutor, sembrando un tipo de terrorismo académico. Lo anterior ha permitido al clan Godoy-Dájer-Williams imponer un nuevo modelo educativo, el MEFI, copiado de universidades extranjeras, en donde incluso no ha funcionado y ha sido desechado, y no permite ningún tipo de cuestionamiento que ponga en peligro su proyecto estrella, despreciando la larga experiencia de la UADY y sus académicos, que bien podrían diseñar un modelo propio y con calidad de exportación.

Pero los problemas de la UADY no son sólo estos, durante las administraciones Godoy-Dájer, el nepotismo ha sentado sus reales. Parientes de los rectores, directores generales, directores y consejeros maestros, inundan la nómina de la UADY, sin mayor mérito, rompiendo con la tradición universitaria de los concursos reales por las plazas. Basta con echar un vistazo a la nómina de la UADY para ver apellidos como los Godoy, Dájer, Segura, Barrientos, Pérez, Alayón, Echazarreta, Williams y toda la parentela de sus nuevas parejas sentimentales.

La inconformidad es creciente; sin embargo, nadie se atreve a abrir la boca, so pena de aplicarle las cláusulas de permanencia del Reglamento de Personal Académico vigente.

Para el presente proceso para elegir rector, los universitarios saben que están a punto de tener un nuevo rector MVZ, la maquinaria que controla el Consejo Universitario está en marcha; sin embargo, siempre hay una pequeña esperanza, que suceda un milagro y que los consejeros se quiten el yugo que los aprisiona y voten de acuerdo al sentir de la mayoría de los universitarios.

Un ejemplo de ello se está dando en la Facultad de Medicina Veterinaria, una facultad combativa pero hoy adormilada, de donde han sido originarios el rector actual y su antecesor y de donde podría salir el nuevo rector, su personal académico ya no quiere seguir soportando este tipo de autoridad y lo manifiesta abiertamente, lo que trae muy nerviosa a la consejera maestra, la MVZ Rosy Ramírez Porras, quien ha estado evadiendo cualquier posibilidad de realizar algo que es toda una tradición en dicha facultad, una votación interna para decidir a cuál de los candidatos apoyar y que dicha consejera debería estar obligada a respetar y emitir su voto en el Consejo Universitario en el mismo sentido que la mayoría de sus representados decida.

Varios intentos de profesores han fracasado para que la consejera convoque a una asamblea o proceso interno de votación, lo que ha provocado que los profesores le exijan lleve a cabo e incluso, ante la falta de respuesta, los profesores han decidido realizar dicha votación con o sin la anuencia de dicha consejera, para luego informarle sobre el resultado.

El motivo principal de la negativa de la consejera maestra de la FMVZ es que el candidato oficial pierda en la facultad de la que es originario, aunque lo niegue. El candidato oficial no sólo ostentó el cargo de profesor de la FMVZ por más de 20 años, sino que fue secretario académico y luego director de dicha facultad, antes de ser llevado a la rectoría para prepararlo y proyectarlo como sucesor del jeque Dájer.

Una derrota de Williams en la FMVZ puede ser el detonante para que las demás facultades tomen el valor suficiente de enfrentarse al poder y recuperar el prestigio democrático de la UADY.